Comienza el año 2010 y trae consigo el retorno a casa de los inversionistas con renovadas energías para enfrentar no sólo los retos que presenta el nuevo año sino también para aprovechar las oportunidades que éste pueda ofrecer.
Desde un punto de vista fundamental, la situación macroeconómica -en términos generales- presenta un panorama ligeramente más benigno que el registrado durante los dos últimos años. Economías desarrolladas oficialmente han salido de la recesión, y la mayoría de los analistas proyectan crecimientos moderados por encima de un 2 por ciento en promedio. Para los mercados emergentes, dicha recuperación económica se traduce en mayor demanda por commodities (bienes primarios), y por ende se vería reflejado en un incremento en sus exportaciones, lo cual a su vez redundaría en una disminución en la percepción de riesgo, e incluso en un incremento en la inversión extranjera.
Sin embargo, para este año es clave anticiparse a los movimientos al alza en tasas de interés por parte de los más relevantes bancos centrales del mundo. Dicho movimiento estará condicionado a las lecturas que los diversos datos a nivel macroeconómico provean sobre el comportamiento de la inflación en sus respectivos países. Quizás el más importante indicador en este frente estará asociado al desempeño de las tasas de desempleo, lo cual a su vez redunda en los niveles de gasto, consumo y de inversión por parte de las empresas, las cuales todavía presentan niveles de capacidad utilizada vs. la instalada por debajo de los niveles que ameritarían un plan agresivo de inversión para satisfacer un posible incremento en la demanda agregada.
La estrategia
En resumen, el 2010 será un año de transición, en donde los niveles de confianza paulatinamente se tornarán más positivos, influyendo de esta forma en un mejor comportamiento de la economía. Aún así, dichos niveles de confianza 'suben por la escalera y bajan por ascensor', lo cual significa que no será de la noche a la mañana que se llevará un cambio de 180 por ciento en las condiciones macroeconómicas, máxime cuando respetados economistas todavía consideran posibilidades de que economías como las de Estados Unidos e incluso las europeas puedan volver a entrar en una fase de desaceleración para el segundo semestre en la medida en que los estímulos fiscales se vayan reduciendo, factor éste que ha sido crucial para la recuperación económica de las economías más desarrolladas del orbe.
Bajo este panorama, la estrategia de inversión se enfoca hacia el corto y mediano plazo. En otras palabras, será un año que exigirá un mayor nivel de rotación en los portafolios de inversión, ya que la expectativa reinante sobre un potencial alza en tasas de interés podría llevar a una toma de utilidad en los mercados accionarios debido al rápido incremento presentado durante el año inmediatamente anterior, lo cual se no se justificó por un aumento similar en las condiciones tanto macroeconómicas como a nivel corporativo, sino por la 'abundante' liquidez producto a su vez del cuasi-histórico bajo nivel en las tasas de interés que disuadió a los inversionistas de 'parquear' sus recursos en los denominados de renta fija.
Para el primer trimestre, sin embargo, las noticias en el frente macro provenientes de los países desarrollados todavía apuntan a una debilidad en los índices de desempleo, al igual que a moderados incrementos en el consumo durante la época decembrina, lo que implica, por lo pronto, que las bajas tasas de interés se mantendrán. Los inversionistas de carácter institucional estarán monitoreando muy de cerca los resultados a nivel corporativo que comienzan a revelarse buscando pistas que ratifiquen que la recuperación económica es un hecho, pero dado lo incipiente de la recuperación de la misma, la probabilidad apunta a que los mercados estarán dominados por traders profesionales, lo cual se verá reflejado en relativamente predecibles rangos de negociación.
Situación de similar pronóstico para el caso colombiano. Las acciones lograron un muy importante incremento durante la mayor parte del 2009, y el comienzo del presente año ha estado caracterizado por relativos bajos volúmenes de negociación, y salvo unas pocas excepciones, la mayoría de los títulos de renta variable se encuentran lidiando con lo que se conoce en el argot técnico como 'niveles de resistencia o techo', a la espera de noticias no sólo favorables en el frente corporativo, sino también con la mira puesta en la continuidad de la política expansionista del Banco de la República.
En el frente cambiario, dada el abultado déficit fiscal estadounidense, y lo que se presupuesta bajos niveles de tasas de interés en el corto plazo, el carry trade estará a la orden del día, en donde el endeudamiento en divisas a bajas tasas de interés, buscarán los mejores retornos que proveen economías con mayores tasas de crecimiento económico aunado a mayores tasas de interés, lo cual volverá a beneficiar a los llamados mercados emergentes, tales como Brasil. Dada la alta correlación de nuestra divisa con el real, se pronostica un dólar situándose dentro de un rango entre los 1.900 y los 2.100 pesos para los primeros meses del año en curso.
Otros puntos de inversión
En el tema de las inversiones 'exóticas', considero que el 2010 volverá ser el año del oro. Dicho metal seguirá siendo una opción que tanto bancos centrales como inversionistas más sofisticados perseguirán dado su importante papel como cobertura ante la inflación, pero más aún, por el exceso de circulante de la moneda en E.U.
En el caso del petróleo, tengo mis dudas que logre superar los 95 dólares el barril en el primer semestre. Este activo estará muy supeditado a las noticias en el frente macro que reiteren la recuperación económica sostenible el ámbito mundial, como a las noticias en el frente político entre grandes adversarios, y la labor típica de los llamados 'hedge funds', o mal llamados fondos de cobertura, quienes generalmente participan de manera activa en dichos mercados produciendo con frecuencia fluctuaciones en su precio.
* Catedrático y Consultor Financiero