Éste es la suma de todos los bienes y servicios finales que producen todas las empresas dentro del país.
La Oficina Nacional de Investigación Económica (Nber) determinó que ese país entró en recesión en diciembre del 2007. El anuncio lo hizo un año después, y si la recesión ya terminó, habría que esperar meses para el nuevo anuncio.
La recesión habría terminado en junio y la recuperación entraría a su octavo mes a juzgar por el PIB, las ventas de la industria y el comercio, la producción industrial y el ingreso doméstico, datos que revisa la Nber.
Esos datos alcanzaron su máximo en noviembre o diciembre del 2007. El PIB, incluso, creció un tiempo más, hasta junio del 2008, gracias a la respiración boca a boca del primer paquete fiscal que consistió en devolver a cada familia un cheque con parte de los impuestos pagados. Incluso, el cheque permitió algo de recuperación en las ventas de industria y comercio entre febrero y abril del 2008, cuando ya venían bajando.
Pero luego el PIB cayó 3,8 por ciento en un año completo; la producción industrial bajó 14,8 por ciento en 18 meses, hasta junio. También en junio, las ventas de la industria y del comercio eran 13 por ciento inferiores a su máximo de 19 meses antes. Y el ingreso doméstico, también tras año y medio, perdió hasta junio 4,1 por ciento.
En junio comienzan los repuntes. De ahí a diciembre el PIB ha crecido dos por ciento, y ha recuperado la mitad del terreno perdido. En el mismo lapso la producción industrial ha crecido 4,8 por ciento, la tercera parte de la pérdida. Para octubre (último dato disponible), las ventas habían recuperado 1,4 por ciento, la décima parte del retroceso. En el ingreso doméstico, hasta septiembre hay un repunte de 0,6 por ciento.
¿Entonces por qué dudar que en junio se tocó fondo y terminó la recesión?
Por el empleo: había 147 millones de puestos en noviembre del 2007. El desplome no ha parado y en 25 meses llega a 5,9 por ciento, que para 8 millones 691 mil personas que perdieron el puesto es algo más que una estadística.
Decir que terminó la recesión con el drama del empleo vivo podría ser extraño. La Nber tiene la palabra, que seguramente tardará.
MAURICIO GALINDO
EDITOR DE ECONOMÍA DE EL TIEMPO