Algunos analistas del mercado de valores colombiano creen que el Banco de la República acaba de trazar un nuevo ciclo en la política monetaria del país en el que el nuevo rango de la tasa de intervención estará entre 4,25 por ciento y 5 por ciento.
Luego de permanecer por 13 meses en 3,25 por ciento, la tasa de referencia que fija el Banco de la República subió 25 puntos básicos este viernes. Y aunque no hubo consenso en la decisión, pues se tomó por mayoría y no por unanimidad, varias encuestas señalan que este será el punto de arranque para el repunte de las tasas.
El grupo de investigaciones económicas de la comisionista Credicorp Capital, que prevé para diciembre una tasa de interés del 4,5 por ciento, dice que finalmente ha comenzado el proceso de retiro gradual del estímulo monetario, pues a su parecer cada vez existen menos razones para mantener una postura de política monetaria ampliamente expansiva.
Precisamente esto fue lo que expresó el Banco de la República al explicar que el pronóstico macroeconómico indica que la demanda interna continuará creciendo a buen ritmo.
“La economía se acercará al uso pleno de su capacidad productiva en el 2014. Al mismo tiempo, la tasa de desempleo desestacionalizada ha mantenido una tendencia decreciente y alcanza el menor nivel observado en lo corrido de este siglo”, indicó el Emisor el viernes.
Un documento publicado por Anif también se expresa en ese sentido. Según la entidad, la brecha de producto se está cerrando, es decir que el crecimiento real de la economía del país y el potencial de crecimiento están en un nivel similar.
Esta sería la razón, según Anif, por la que el Banco de la República debería incrementar la tasa de intervención en 125 puntos básicos en el transcurso del año.
Por su parte, el grupo de investigaciones económicas del Banco de Bogotá asegura que si la economía continúa acelerándose y después de crecer 4,5 por ciento en el 2014 avanza hacia un 5 por ciento en el 2015, en dicho año el Banco de la República podría implementar una segunda ronda de ajuste de la tasa de interés hasta 5,25 por ciento, nivel considerado por la entidad financiera como neutral en el largo plazo.