Así lo afirmó ayer en Fráncfort el miembro del consejo ejecutivo del BCE Jürgen Stark, que argumentó que la estrategia de salida no puede estar sujeta a fechas porque "dependerá de la evolución del mercado del dinero".
"Vamos a caminar hacia un objetivo y decidir trimestre a trimestre", subrayó Stark, quien por esas razones no aventuró si la política monetaria del BCE recuperará este año la normalidad.
Insistió en que el BCE será muy prudente en la estrategia y dejó claro que a la hora de tomar sus decisiones no tendrá en cuenta la evolución de los balances bancarios porque "esa no es la labor del BCE".
En esa misma línea, el presidente del banco central alemán (Bundesbank), Axel Weber, afirmó que no habrá nuevas decisiones sobre retirada de medidas no convencionales hasta el segundo trimestre.
En unas declaraciones que publicó el diario financiero Börsen-Zeitung, Weber opinó que tras la eliminación de las subastas a doce y seis meses "todas las decisiones importantes a esperar para este primer trimestre ya han sido tomadas".
Agregó que el siguiente paso se decidirá en función de las próximas proyecciones de crecimiento e inflación. "Tenemos que ver cuáles son los efectos de la supresión de medidas de apoyo en la recuperación de los mercados financieros y si la recuperación es estable", declaró Weber.
Mientras el Banco Central Europeo (BCE) decía que la retirada de liquidez dependerá de las condiciones del mercado y que se decidirá trimestralmente, caían la cotización del petróleo Brent a menos de 73 dólares y la del euro, que se negociaba a menos de 1,41 dólares.
Fitch: deuda amenaza a Europa
La agencia de calificación crediticia Fitch y el BCE advertieron a los gobiernos europeos acerca de la amenaza que representa la creciente deuda para la recuperación económica. La agencia estima que los gobiernos de Europa occidental tendrían que pedir prestado cerca de 2,2 billones de euros, equivalentes al 19 por ciento de su PIB para financiar sus déficits.