A partir de hoy, las entidades financieras no podrán incluir letra menuda en sus contratos, ni hacer cobros de servicios que no hayan solicitado sus clientes y, mucho menos, obligar a que estos tomen productos que no desean bajo la condición de que están ‘amarrados’ a otros (crédito o una cuenta).
Así lo dejó en claro la Superintendencia Financiera al ordenar a sus vigilados (Circular Externa 039) a eliminar toda cláusula abusiva de sus contratos de adhesión y prohibirles realizar cualquier práctica que atente contra los intereses y derechos de los consumidores bancarios.
“Lo que buscamos es proteger al consumidor financiero.
En ese sentido, a partir de ahora, cláusulas que incorporen obligaciones que sean consideradas abusivas se entenderán como no escritas; esas son todas aquellas con las cuales se pone en desigualdad al consumidor frente a la entidad financiera”, precisó el superintendente, Gerardo Hernández Correa.
Entre las cláusulas abusivas más frecuentes en los contratos financieros está la que el cliente exonera a la entidad de la total responsabilidad en las operaciones que estos realicen.
También la que obliga al consumidor a adquirir servicios que no desea contratar. Algunas entidades tienen como práctica otorgar créditos hipotecarios, obligando al cliente no sólo a tomar el seguro con la compañía del grupo financiero, sino que, además, la persona debe adquirir una y hasta dos tarjetas de crédito.
Estas prácticas quedan prohibidas desde ahora, así como el cobro de comisiones por servicios y productos que el cliente recibe sin que los haya solicitado a la entidad.
Con la medida, la Superfinanciera también le pone un ‘tatequieto’ a esa práctica habitual de algunas entidades de realizar cobros por concepto de gastos de cobranza de manera automática, muchas veces, cuando el deudor apenas lleva sólo unos pocos días en mora con su obligación crediticia.
Lo que le toca ahora al sector financiero es la tarea de revisar los modelos de contratos que tiene con sus clientes con el fin de detectar esas cláusulas abusivas, pues lo que ha advertido el Superfinanciero es que habrá sanciones para los que no acaten las normas.
Por eso dio un plazo de cuatro meses para que esta revisión se lleve a cabo y se hagan los ajustes necesarios, de tal forma que para el primero de enero del 2012 esas cláusulas y prácticas, si las hay, estén eliminadas.