Lo anterior debido a que se están convirtiendo en preciadas piezas de coleccionista.
Hay precios de reventa para todos los gustos, aunque muchos tienen que ver con la fecha de los Juegos Olímpicos, y así se venden a 2.008 yuanes o a 888, siendo el ocho el número de la suerte en China, lo que llevó a las autoridades a programar la ceremonia de apertura para el día 8 del octavo mes del 2008.
Según el director de la sucursal del banco central en Hainan, Wu Lihe, citado por la agencia Xinhua, es ilegal comercializar con estos billetes por precios superiores a su valor real, sin embargo, la fiebre coleccionista se está saltando la ley, de momento, con total impunidad.
En los nuevos billetes conmemorativos se ha sustituido el busto de Mao por una imagen del Estadio Olímpico y el logotipo en rojo de Pekín 2008 sobre un fondo definido por la silueta del Templo del Cielo, uno de los monumentos más representativos e importantes de la capital china.
En la otra cara el protagonismo es para el discóbolo de Mirón sobre una imagen cenital del Estadio Olímpico, y para el número 2008, que sustituyen al dibujo de las Tres Gargantas, mientras que la esquina superior derecha permanece impreso el nombre del banco en los idiomas chino, mongol, tibetano, uigur y zhang.
El jueves los bancos estuvieron prácticamente colapsados en toda China, con personas de todas las edades, haciendo largas filas, incluso desde la noche anterior para poder conseguir uno de estos billetes.
Adquirirlos tiene sus requisitos, por ejemplo, los bancos cambian los billetes de diez yuanes de toda la vida por los nuevos, pero cada persona tiene derecho a cambiar solamente uno.
Ante la fiebre de estos billetes, hubo quienes supieron aprovechar la situación, pues algunas lo vendieron nada más al obtenerlo en el banco a personas dispuestas a pagar al momento 35 veces su valor para ahorrarse la cola.
Esta es la tercera vez que China emite billetes conmemorativos, la primera fue en 1999, para celebrar el 50 aniversario de la fundación de la República Popular China, y la segunda fue en el 2000 con motivo de la llegada del nuevo milenio.