Los resultados del estudio revelan que el uso del combustible ecológico genera aumento de la temperatura en el motor y las emisiones de óxidos de nitrógeno se incrementan en 17 por ciento. Al aumentar el calor, el aceite se degrada, lo cual afecta la durabilidad del motor, explicó el ingeniero mecánico Juan Manuel Mantilla en el marco del II Seminario Internacional en Biocombustibles y Combustibles Alternativos realizado en el Auditorio Alfonso López Pumarejo de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá. Un mayor gasto de combustible requiere tanquear con más frecuencia, hecho que lesiona el bolsillo de los conductores, según lo demuestran las quejas de los taxistas. Si bien está claro que la biogasolina y el biodisel no generan problemas significativos en los motores de inyección, los que funcionan con carburador, cerca del 75 por ciento del parque automotor del país, sufren averías porque varios de sus componentes se ven atacados por el etanol, según pudieron comprobar los investigadores en la prueba de un motor durante 60 mil kilómetros y 1.000 horas en condiciones controladas en Bogotá, operado exclusivamente con la mezcla E-10 (Etanol al 10 por ciento). De acuerdo con la valoración de su funcionamiento, se concluyó que los mayores deterioros se presentaron en el tema de los ductos de escape y las líneas de suministro de combustible; es decir, filtros, tanques, mangueras y la bomba de provisión de gasolina al carburador, señala Helmer Acevedo, uno de los autores de la investigación, financiada por el Comité Automotor de la Andi, que fue presentada en el Senado hace unas semanas. El tema de la refrigeración también amerita precaución, pues aparentemente la mezcla de gasolina y alcohol se separa en la cámara de combustión, ocasionando diferentes frentes de temperaturas y de llama dentro del motor.
