Por fin llegó una sorpresa positiva al mercado de la finca raíz. Eso fue lo que ocurrió en Estados Unidos en donde la venta de casas aumentó 3,2 por ciento en marzo frente al mes precedente, alimentando la esperanza de que un sector clave para la economía tocó fondo.
Y es que el dato también superó al registrado un año atrás, con lo cual hay quienes creen que la política de bajas tasas de interés, sumada a la fuerte contracción en los precios de la vivienda, ya está rindiendo frutos.
No obstante, al tiempo que la bolsa de valores tuvo un importante repunte por cuenta de la noticia, los expertos se apresuraron a pedir mesura en la reacción. El motivo es que un indicador favorable no permite asegurar que lo peor pasó. Además, varios mercados regionales continúan francamente deprimidos, por lo cual es imposible hablar de una recuperación general.
Hecha esa consideración, es imposible desconocer el efecto de los menores costos del crédito. Tanto por los recortes impulsados por el Banco de la Reserva Federal, como por los programas de alivio diseñados por el gobierno estadounidense, quienes tienen hipotecas vigentes están logrando importantes ahorros. Según un funcionario de Freddie Mac, la economía en los pagos, para quien tiene una deuda de 200.000 dólares, asciende a los 160 dólares mensuales. Si esos beneficios se extendieran a todos los préstamos vigentes en esta categoría, la reducción ascendería a 18.000 millones de dólares en el 2009.
Cuentas como la mencionada, han impulsado el optimismo. Si a estas se les agrega que los bancos estarían más fuertes de lo pensado, es claro el entusiasmo en Wall Street. Falta mucho, es cierto, pero ya empieza a verse la luz al final del túnel.
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