Las intenciones de Venezuela de ingresar plenamente como miembro activo del Mercosur recibieron ayer una mala noticia.
Tasso Jereissati, el relator de la Comisión de Exteriores de Brasil, señaló ayer en el Senado, donde se discute la aprobación de la admisión de Venezuela al bloque comercial del Cono Sur, que el presidente Hugo Chávez gobierna de "forma casi dictatorial".
La sentencia tiene una mayor significancia si se tiene en cuenta que Jereissati, quien siempre se ha mostrado lejano al estilo del Mandatario venezolano, había dicho que apoyaría el ingreso del país al Mercosur.
El Relator señaló meses atrás que a pesar de sus diferencias políticas con Caracas, la preponderancia económica del país caribeño era suficiente para su inclusión en el bloque. Ahora, sin embargo, la balanza parece haberse desequilibrado por el estilo de gobierno que utiliza Chávez.
En 2007, el Senado decidió aplazar la votación de la incorporación de Venezuela, después de que Chávez declarara que los legisladores de la oposición brasileña estaban arrodillados ante Estados Unidos.
El revés brasileño está en la misma sintonía de la negativa paraguaya, otro de los miembros del bloque al que no le convence del todo la llegada de Chávez y su corte al Mercosur. Hace pocas semanas, el parlamento guaraní decidió retirar la votación por el temor de que ésta fracasara.
Uruguay y Argentina, los dos otros integrantes del bloque, sí están de acuerdo con el ingreso venezolano.
Lo que queda claro es que a pesar de la afinidad de Chávez con sus homólogos del bloque económico, existen marcados opositores parlamentarios dentro de los senados de cada país. Así, la entrada de Caracas podría ser frustrada por el mismo personaje que la impulsó: Hugo Chávez.
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