El precio, promedio para las 16 ciudades del país (y sus regiones) donde se hacen compras de café, es menor que el mínimo establecido en el llamado Contrato de Protección de Precio (CPP), definido por la Federación de Cafeteros.
Este ha venido en caída desde marzo del 2011, cuando llegó a 1’164.375 pesos.
El CPP, establecido en el 2008, se diseñó con el fin de garantizar un precio que resulte ‘a ras’ con los costos de producción.
Su funcionamiento es sencillo: si un cafetero espera cosechar 40 cargas en agosto próximo, podrá adquirir, con dos meses de antelación, el CPP hasta por 20 cargas, es decir, el 50 por ciento.
En lo corrido del año, el precio base de compra publicado diariamente por la Federación ha estado en 762.000 por carga, 17 por ciento por encima del nivel de precio mínimo de la carga de café, que asegura el CPP (650.000 pesos).
“Así las cosas, los cafeteros conocedores de las condiciones del mercado no han encontrado incentivos que los motiven a adquirir el instrumento”, dijo Luis Genaro Muñoz, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.
El dirigente del gremio agregó que, en cumplimiento de la misión de defender el ingreso de los cafeteros, insistirá en que debe entenderse el CPP como una herramienta para la administración del riesgo, asociado a la volatilidad del precio mundial y la tasa de cambio.
“Con ello, buscamos que los cafeteros apliquen el popular adagio que reza que es mejor prevenir que lamentar”, concluyó el gerente de la Federación de Cafeteros.
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