La crisis petrolera no solamente trasnocha a las autoridades del sector mineroenergético. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, declaró ayer que una de sus mayores preocupaciones es la disminución de la producción de crudo en el país.
Y no es para menos: una cuarta parte de los ingresos corrientes de la Nación proviene de las regalías y los impuestos que pagan las empresas del sector.
Para Cárdenas Santamaría, problemas como los atentados terroristas contra la infraestructura petrolera, conflictos con las comunidades y demoras en las licencias ambientales, han hecho que la producción esté por debajo de las metas planteadas por el Gobierno.
“Todo se traduce en reducción de ingresos fiscales. Los colombianos tenemos que saber que un peso menos que pone la industria es un peso más que tenemos que pagar en impuestos”, explicó el Ministro.
Agregó que los recursos que recauda el Gobierno por cuenta de esta renta petrolera van destinados hacia programas sociales como Colombia Mayor, Familias en Acción y ‘De Cero a Siempre’, que diseña estrategias para la atención de la primera infancia.
De acuerdo con el Marco Fiscal de Mediano Plazo, los ingresos petroleros se reducirán en 1 por ciento del PIB en los próximos diez años, debido a una disminución en el ritmo de producción y a una desaceleración en los precios del crudo.
“Ello implica que, con base en el PIB nominal del 2013, el Gobierno dejaría de percibir 7 billones de pesos en los próximos 10 años”, señala el Marco Fiscal.
De acuerdo con el Ministro de Hacienda, el Gobierno deberá buscar de dónde recaudar estos recursos que se deja de recibir por cuenta de la renta petrolera.
“Es necesario un plan de choque; es un hecho, nadie puede negar que la producción de petróleo ha tenido un declive debido a una sumatoria de factores. Los colombianos creen que esto no les afecta, pero no es así”, explicó el Ministro de Hacienda.
Para este año, el Gobierno espera que se recupere la producción promedio diaria hasta llegar al millón de barriles.
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