Aunque este número es un 20 por ciento inferior al registrado en julio del 2008, J.D. Power destacó que es una significante mejora con respecto a las pérdidas sufridas en el primer semestre del año.
De esta cifra, las ventas a particulares serán de unas 780.500 unidades, un 19 por ciento menos que hace un año, y 50.000 más que en junio.
De mantenerse este ritmo de demanda durante lo que queda de año, el 2009 terminará con unas ventas totales de 10 millones de vehículos nuevos en Estados Unidos.
J.D. Power también destacó que el programa de incentivos para sustituir viejos vehículos por nuevos puesto en marcha por el Gobierno estadounidense no está teniendo el efecto esperado porque los consumidores no lo conocen.
"Se espera que las ventas a particulares en el 2009 solo resultarán afectadas de forma marginal por el programa 'Dinero por chatarra' ya que muchos consumidores no entienden los detalles específicos del programa", afirmó Gary Dilts, vicepresidente de operaciones del automóvil de J.D. Power.
Dilts también dijo que "sin embargo, existe la posibilidad de un aumento de las ventas en el corto plazo como resultado del incremento de los incentivos que los fabricantes han puesto en marcha para igualar el programa".
Los datos señalan que la demanda de vehículos compactos aumentará un 2,5 por ciento con respecto a las cifras de junio y las ventas durante julio de este tipo de automotores supondrán el 39 por ciento del total.
Mientras, la cuota de ventas de vehículos de tamaño medio y grande se ha reducido en julio, con excepción de los grandes "pickup", que ha aumentado un 0,5 por ciento.