Luego de un año de haber crecido 2,97 por ciento, cifra muy por debajo del nivel que registró el resto de la economía (7,5 por ciento), el sector agropecuario enfrenta el 2008, con perspectivas superiores, comoconsecuencia de los buenos precios internacionales para la mayoría de los productos.
Sin embargo, a pesar de tener amplias posibilidades, las cifras sobre siembras para el primer semestre no son del todo buenas, e incluso en algunos cultivos clave habrá un leve descenso en el área, debido a algunos problemas de comercialización registrados el año pasado, que desanimaron a los productores a insistir en las siembras.
Aun así, está claro que los precios, considerados como el principal motor de la dinámica del sector, harán reaccionar a los agricultores a aumentar su actividad, atraídos por una mejoría en la rentabilidad, como lo afirma el propio presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, en el sentido de que los productores van al ritmo de la demanda y de la rentabilidad.
Pero en la coyuntura actual, a pesar de ser favorable para el campo, existe una serie de obstáculos que generan incertidumbre.
Una de ellas, quizá la principal, es el alto costo de los insumos y del costo de la tierra, situación que ha llevado al Gobierno a tomar medidas específicas para frenar las alzas en productos como los fertilizantes. Según Mejía, de nada les sirve a los agricultores el hecho de que los precios de los productos estén altos si los costos de producción suben en la misma proporción, lo que hace que al final de la cosecha, la rentabilidad del cultivo siga siendo baja.
Los productores también se quejan de los problemas de comercialización, pues se han dado casos en los que la industria procesadora de materias primas se abstiene de comprar cosechas nacionales a los precios del mercado. Así sucedió a comienzos de este año con la cosecha de soya del Meta.
Pese a la menor dinámica de crecimiento del sector agropecuario en comparación en el resto de la economía, el país no tiene problemas de desabastecimiento de alimentos. Sin embargo, las alzas de precios registradas especialmente durante enero y febrero pasado, prendieron las alarmas de las autoridades, e incluso se pensó en abrir más las importaciones mediante la eliminación de los aranceles para los productos que registraron las mayores alzas.
Crecen las ayudas del Gobierno
En respuesta a las imperfecciones del mercado, y con el objetivo de incrementar la oferta de alimentos para evitar importaciones, el Ministerio de Agricultura ha tomado este año varias medidas, complementarias al Programa Agro Ingreso Seguro (AIS).
Una de las medidas recientes consiste en asignar un subsidio de 50.000 pesos por tonelada de maíz amarillo tecnificado, ayuda que contribuye a incentivar a los productores a incrementar el área en unas 250.000 hectáreas, con lo que el país llegaría en el 2008 a una zona productora de cerca de 750.000 hectáreas.
Otra de las medidas es un subsidio de 150.000 pesos por tonelada de fríjol que se produzca en la zona cafetera. Las anteriores ayudas son complementarias al programa Agro Ingreso Seguro, que tiene como objetivo reducir el costo del crédito.