Así declaró el técnico tras una visita de cortesía al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien le obsequió una camisa del club inglés con el nombre del británico Frank Lampard, capitán del equipo, impreso en el dorsal.
"Tengo contrato hasta junio del 2010 y pretendo cumplirlo", dijo Scolari a periodistas que le preguntaron sobre la posibilidad de que vuelva a dirigir la selección brasileña, a la que guió al título del Mundial de Corea del Sur y Japón en el 2000.
Scolari también reiteró sus elogios al actual seleccionador de Brasil, Carlos Caetano Bledorn Verri "Dunga", cuyo trabajo no acaba de convencer a la exigente afición local, que desde hace meses pide a gritos su destitución.
"Dunga está en el camino correcto. Está haciendo lo que debe, que es clasificar para el Mundial del 2010, y después tendrá tiempo para montar un equipo para disputar el torneo", indicó.
El entrenador del Chelsea recordó que también sufrió enormes y constantes presiones mientras dirigió a la selección brasileña y acotó que es así "en cualquier cargo" de entrenador.
La visita de Scolari a Lula coincidió con el partido amistoso que las selecciones de Brasil y Portugal disputarán mañana en el estadio Bizerrão, situado en la periferia de Brasilia.
"Son dos de las mejores selecciones del mundo", dijo.
El técnico lamentó no permanecer en la ciudad para el partido y escapó de la polémica sobre el premio de la FIFA al mejor jugador de este año, que tiene entre sus candidatos al brasileño Kaká y al portugués Cristiano Ronaldo.
"Son dos grandes jugadores, pero con cualidades completamente distintas", dijo Scolari, quien antes de dirigir al Chelsea estuvo al frente de la selección de Portugal.
Sobre su reunión con el presidente Lula, explicó que "fue óptima" y que hablaron sobre "turismo" y "obviamente" de fútbol, deporte del que el mandatario es un ferviente seguidor.
Scolari dijo que felicitó a Lula por el título que acaba de ganar el Corinthians en la segunda división brasileña, que le garantiza al equipo por el que hincha el presidente el regreso a la división de honor el año próximo.
Brasilia
EFE