Por ejemplo, en Bogotá las ventas moderaron su ritmo de expansión, aunque no hay problemas de sobreoferta. Así mismo, el arranque de algunos proyectos se ha demorado.
Camacol explica que por la misma dinámica que traía el sector era previsible; no obstante muestra que en enero las licencias crecieron un 60 por ciento frente al mismo mes del 2007, porque hay un incremento importante en usos diferentes a la vivienda, como comercio y oficinas, que son consecuencia del desempeño general de la economía.
Lo aprendido durante la crisis de finales de los noventa hace que las proyecciones de los constructores estén más cerca de la realidad y no generen mayores contratiempos. "La tendencia de vender sobre planos y solo iniciar obra al lograr el punto de equilibrio, es decir, cuando se vende algo más de la mitad de un proyecto, hace que el nivel de riesgo sea menor que en aquella época", asegura Sonia Galvis, presidenta para Colombia de la multinacional Coldwell Banker.
Algo que sí llamó la atención del sector fue la amenaza de aumento de las tasas de interés que, en consecuencia, prendió las alarmas por una eventual alza en el costo del crédito. Aun así, en febrero pasado la decisión del Emisor de dejarlas quietas, en 9,75, frenó la incertidumbre, pero no la alerta.
De hecho, en enero y febrero, el indicador de cartera vencida de los créditos hipotecarios fue mayor a la del promedio y se sitúa en 3,6 por ciento. En las deudas hipotecarias atrasadas son mayores los indicadores vencidos de crédito comercial, que las de de consumo y microcrédito.
Para Carlos Ossa, presidente del Instituto Colombiano de Productores de Cemento (Icpc), aumentarlas sería peligroso y podría afectar el buen desempeño observado en los desembolsos hipotecarios.
Igual opina Ignacio Durán, presidente de la constructora Ekko, quien considera que el sector edificador se ha mantenido estable, con ventas moderadas en los estratos medio alto y alto, pero con un problema que califica de grave: la falta de suelo urbanizable.
Ossa coincide con Durán y agrega que esto afecta, principalmente, a la construcción de Vivienda de Interés Social (VIS). "A esto se suman las dificultades en los trámites de planes parciales y las limitaciones en el acceso al crédito por parte de trabajadores informales que sugieren que el esperado 'aterrizaje' de la construcción de vivienda podría anticiparse en el tiempo. No obstante, ratifica que no existen expectativas de crisis".
El dirigente confirma el buen desempeño de la industria, con base en los despachos nacionales de cemento, los cuales, al culminar el primer trimestre del año, sumaron 2'240.691 toneladas, 6,3 más que los efectuados en el mismo período del 2007.
Por su parte, en lo que concierne a las licencias, el Dane registró que, entre enero y febrero de 2008, se acumuló un área aprobada de 2,8 millones de metros cuadrados para edificaciones; es decir, el 4,63 por ciento menos que el área licenciada durante el mismo período de 2007. De este metraje, 2,1 millones se autorizaron para vivienda y 0,7 millones a otros destinos Aun así, hay que tener en cuenta que la vivienda diferente a la social es la que sigue impulsando el mercado.
Consciente de que la tarea del Gobierno está encaminada a atender el déficit en los estratos más bajos, el viceministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, recordó que le seguirán apostando a los macroproyectos y reiteró el llamado a los alcaldes para sumarse al proceso que -de hecho- ha tenidoalgunos resultados en Cartagena, Barranquilla y Cali.
El Fondo Nacional de Ahorro (FNA) suma al balance trimestral con un alza de 53 por ciento en la aprobación de créditos para vivienda durante el primer trimestre del año. "Comparadas con las cifras del 2007, estas pasaron de 6.182a9.540", dijo Hernando Carvalho, presidente de la entidad, quien agregó que el valor de los préstamos asignados aumentó 63 por ciento. "En el año 2007 se registró una inversión de 191.523 millones de pesos, y este año la cifra fue de 311.692 millones de pesos", concluyó.