La huelga fue votada de manera afirmativa por más del 99 por ciento de los obreros en una asamblea realizada el pasado 22 de abril en Apartadó, principal localidad de la zona bananera, conformada también por las poblaciones de Turbo, Carepa y Chigorodó.
La llamada Comisión Negociadora por los Empresarios Bananeros lamentó la huelga, y advirtió de que esta vía afecta al sector y va en contra de la región y la estabilidad de "más de 100.000 familias que dependen de la actividad", lo mismo que de "medio millón de personas que se benefician de la agroindustria bananera en Urabá".
Con la parálisis, el país deja de exportar diariamente unas 350.000 cajas de bananos, agregó el comité de los productores, que consideró que el paro favorece a los países competidores de Colombia.
El portavoz de Sintrainagro, Manuel Márquez, dijo a la prensa local que las negociaciones de la organización sindical con la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), que reúne a los productores de la región, terminaron sin ningún acuerdo.
Además de un incremento salarial del 15 por ciento y otras prestaciones y asuntos de naturaleza laboral, los trabajadores solicitan la creación de un fondo de reparación a las familias de las víctimas de la violencia en Urabá, que hasta hace poco fue una de las regiones más afectadas por el conflicto armado interno.
Márquez dijo que el asunto es uno de los más difíciles en sus negociaciones con los empresarios, por cuanto en la zona bananera han sido asesinados más de 800 trabajadores de la agroindustria en los últimos trece años.
La zona es la primera productora de banano de exportación de Colombia, que lo destina mayoritariamente al mercado europeo.