Desde muy temprano, las autoridades locales y científicas hacían continua vigilancia y control de la evolución volcánica.
Según el director del Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas), Ricardo Meléndez, las autoridades improvisaron albergues para acoger a los habitantes de la zona de riesgo del volcán.
Las autoridades científicas mantenían hasta ayer la alerta amarilla tras un sismo de 3,9 grados en la escala abierta de Richter que se registró en la madrugada del domingo y numerosas réplicas (más de 3.000).
Fuentes de comités regionales de emergencia señalaron que algunos de los sismos causaron agrietamientos en casas de zonas rurales de Cajamarca.
A su vez, se presentaron varios deslizamientos en la carretera entre Ibagué y Cajamarca, situación que mantuvo bloqueados a centenares de vehículos.
Ibagué se preparó para atender a quienes huían por temor a la erupción del Machín, por lo que las autoridades de esa ciudad designaron el Coliseo de Ferias de la ciudad como albergue provisional.
Según Diego Alfonso Ávila, coordinador de la Cruz Roja, los desplazados llegaron por sus propios medios aunque la alcaldía y la gobernación han dispuesto algunos vehículos para el transporte de las familias.
"Necesitamos que las personas nos colaboren con alimentación, colchonetas y que las empresas privadas se vinculen haciendo sus donaciones.
La Cruz Roja está en la capacidad de atender a estas personas, por solo por los primeros días. Tenemos más de 100 niños", afirmó Ávila.
En horas de la tarde, Edward Amaya, secretario de gobierno, aseguró que luego de una reunión con los organismos de socorro y la directora de Ingeominas, Martha Calvache, se determinó que las personas deberían volver a sus hogares, pero advirtió que 60 familias serán reubicadas.
El mismo temor lo vivían quienes habitan los alrededores del Nevado de Huila, que hace parte del Parque Nacional Natural del mismo nombre y que está localizado entre los departamentos de Cauca, Huila y Tolima.
Desde el viernes Ingeominas cambió la alerta al nivel naranja, que significa erupción probable en término de días o semanas y pidió a los comités locales de emergencia permanecer atentos a sus comunicados, por si es necesario evacuar a residentes de las zonas de riesgo.
Las autoridades vigilan la cumbre nevada y las corrientes de Páez y el Símbola, ríos que bañan una vasta extensión de los departamentos de Huila y Cauca, en cuyas riberas se asientan decenas de comunidades aborígenes.
Pese a la actividad sísmica del Volcan del Huila, Isabel Hernández, directora de Prevención de Emergencias de Huila aseguró que "ni en el departamento del Cauca ni de Huila se ha pedido la evacuación. Estamos mirando la evolución del complejo volcánico".