Todo cilindro de gas licuado de petróleo (GLP) que no esté marcado con el nombre del comercializador o distribuidor que lo suministró deberá ser destruido, sin importar si está lleno o vacío.
Esto, debido a la resolución 164 del 2014, emitida por la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg, que prohíbe el uso de los llamados cilindros universales remanentes, que son precisamente estos que no tienen marca.
“Si los agentes prestadores del servicio aún tienen cilindros universales remanentes almacenados deben destruirlos acogiéndose a las reglas dispuestas por la Creg”, dijo el director y comisionado de la entidad, Jorge Pinto Nolla.
De acuerdo con el funcionario, la regulación busca dar seguridad a los usuarios.
La resolución indica que los distribuidores tienen plazo hasta el dos de marzo de este año para reportar ante la Creg cuántos cilindros remanentes universales tienen en su poder, dónde están almacenados y la clasificación de estos según su tamaño.
Si estas empresas no tienen este tipo de cilindros también deberán declarar por escrito ante la Creg esta situación.
Las compañías distribuidoras serán las encargadas de destruir los cilindros, y tienen plazo hasta el 16 de marzo para fijar un plan de destrucción de los mismos.
