El modelo de autopistas urbanas, que fue avalado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) para Bogotá, también les interesa a otras ciudades del país que miran alternativas para salirle al paso a la congestión que genera el creciente número de vehículos.
Una de estas ciudades es Cali, cuya administración ya entró en contacto con el organismo multilateral para que este le revise los pliegos que ya fueron diseñados para el proyecto Autopista del Bicentenario, una línea de 22 kilómetros proyectada para la capital del Valle.
El representante de la CAF en Colombia, Víctor Traverso, afirma que otra de las ciudades que ha manifestado su interés, pero que por ahora no tiene estudios, es Medellín, a cuyas autoridades les interesa este tipo proyectos como opción para resolver la congestión.
En el caso de Bogotá, la administración distrital ya pidió que se pase a la siguiente etapa, que es el estudio de factibilidad, que profundizará en los detalles técnicos, financieros, económicos, sociales, ambientales y legales.
Esta fase, que puede tardar 12 meses y cuyo costo se proyecta en 2,5 millones de dólares, incluye la estructuración del proyecto a través de la preparación de unos documentos base de licitación y el borrador del contrato. De esta suma, mínimo la capital tendría que aportar el 20 por ciento.
Así mismo, de acuerdo con el estudio hecho por la CAF, los usuarios de las autopistas urbanas en Bogotá pagarían en promedio 2.200 pesos por cada 10 kilómetros recorridos.
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