El número de damnificados por la emergencia invernal que vive el país continúa en aumento. En días pasados la cantidad de personas afectadas alcanzó las 534.887, con 77.932 viviendas afectadas y 973 viviendas destruidas de acuerdo al reporte entregado por la Cruz Roja Colombiana.
Bogotá es la ciudad que más damnificados presentó en lo corrido de diciembre, luego del desbordamiento del río Bogotá al suroccidente de la capital, dejando a su paso 50.000 afectados, no sólo por el nivel del agua sino las aguas negras, dando como resultado problemas de salubridad y seguridad, debido a los saqueos que se pudieron presentar en las casas que la gente dejó solas por evacuar.
De esta forma, las pérdidas económicas derivadas de las inundaciones fueron inmensas, desde enseres, muebles y electrodomésticos hasta construcciones seriamente afectadas en sus estructuras, y lamentablemente muy pocos de los afectados contaban con alguna clase de póliza de seguro que pudiera cubrir las pérdidas y gastos ocasionados por este tipo de desastre natural.
Existe la creencia popular que adquirir un seguro contra estos desastres puede resultar muy costoso, la realidad es completamente contraria, una póliza que proteja el hogar puede conseguirse desde 10.000 pesos mensuales.
Y aunque varias aseguradoras buscan nuevas formas de llegar a las personas a través de los canales tradicionales de intermediarios de seguros y últimamente por medio de las empresas de servicios públicos, el número de hogares asegurados en el país continúa siendo muy bajo.