La Ley 964 de 2005 y los decretos 1120 y 1121 de 2008 permitieron a los intermediarios del mercado de valores y sus clientes contar con estos mecanismos que, hasta el momento, no se habían desarrollo en el país.
Una de las alternativas tiene que ver con el mercado de derivados estandarizados, y al respecto la tarea por parte de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) ya se está haciendo.
Según el presidente de la plaza bursátil, Juan Pablo Córdoba Garcés, el 16 de junio deben comenzar a realizarse este tipo de operaciones. Para esa fecha deberá estar lista la infraestructura y la organización de ese mercado.
Se entiende por derivado estandarizado un contrato de compra o venta de un activo, a una fecha futura específica y a un precio previamente definido. Según la BVC, se denominan así porque provienen de un activo ya existente, como títulos de renta fija, divisas, acciones, tasas de interés, índices bursátiles y materias primas.
"Tendremos dos productos para comenzar, uno es derivados sobre TES y otro sobre el tipo de cambio. Paulatinamente iremos introduciendo otros, como un derivado sobre el Índice de Capitalización de la Bolsa (Colcap), y también sobre la IBR, que es la nueva tasa de referencia del mercado interbancario", dice Córdoba Garcés al referirse a la oferta que se espera a partir de junio.
En ese sentido, cabe mencionar que los derivados tienen dos características particulares: De una parte, se hacen contratos de futuro, es decir, aquellos en los que se pacta hoy pero a una fecha específica, la entrega de un bien a un precio determinado. El día que se cumple el pacto se cumple con el negocio al precio fijado.
De otra parte, las opciones son una variación de los derivados, es decir que más allá de la obligación de ofrecer o adquirir un determinado producto a un precio y una fecha acordada, lo que se transa es el derecho, más no la obligación de cumplir con el pacto.
A cambio de ese derecho, el comprador de la opción abona a su contraparte una prima. La bolsa explica que en este caso, "es importante tener en cuenta que todo el que vende una opción de compra o venta tiene la obligación de cumplir la operación cuando el comprador quiere ejercer su derecho".
Responsabilidades
En el país opera un organismo que sirve de garante para este tipo de negocios. Se trata de la Cámara Central de Riesgo de Contraparte, cuya finalidad es complementar la infraestructura necesaria para mejorar las operaciones del mercado y permitir la comercialización de productos derivados estandarizados. Para ello, cuenta con los mecanismos necesarios que propician el aseguramiento de las transacciones.
En el caso de la BVC, agrega Córdoba Garcés, "la responsabilidad directa es montar la infraestructura para que el mercado tenga las herramientas que le permitan hacer la negociación de derivados estandarizados, aquellos que se hacen a través de una bolsa y se liquidan y compensan en una cámara".
Aclara que no todos los derivados se deben negociar así, pero en el contexto mundial, una organización como la que adelanta la BVC ha demostrado promover la liquidez de los mercados, aumentar los volúmenes transados y dar mayor seguridad en las operaciones realizadas y en la administración del riesgo.
"Un poco la reflexión es que el país ya tiene un alto desarrollo del mercado de valores, lo que permitía un escenario propicio para el montaje del sistema que permitirá negociar derivados, en primer lugar sobre TES, y posteriormente otros productos. En eso estamos comprometidos".
Su apreciación se complementa con lo que argumenta Emilio José Archila, presidente del gremio de las firmas comisionistas de bolsa, Asobolsa, quien destaca que la normatividad actual abre el espectro a nuevas alternativas de negociación, al tiempo que ofrece garantías para quienes ponen en manos de los expertos sus recursos.
Dice que en Colombia hay un alto nivel profesional de quienes están administrando el dinero de los inversionistas, cumpliendo estrictos controles para garantizar la adecuada toma de decisiones. "Eso hace que se genere un ambiente de confianza para el desarrollo mismo del mercado de valores y es lo que se espera", indica.
A juicio del Presidente de la bolsa, es notorio el interés de los inversionistas e intermediarios por participar en este tipo de operaciones, pero además, es una respuesta a las necesidades del sistema financiero y los empresarios en general, pues podrán contar con la posibilidad de administrar adecuadamente una parte del riesgo que corren en sus negocios.
Primeras prácticas sobre los nuevos instrumentos
En mayo comienzan pruebas en tiempo real El 12 de mayo la Bolsa de Valores de Colombia empezará a hacer un simulacro, entendido en el ámbito bursátil como 'marcha blanca'.
Son simulaciones del mercado de derivados como si estuviera operando en la realidad. Ese día los intermediarios tendrán en las pantallas los nuevos productos y el sistema estará habilitado para hacer las negociaciones.
Posteriormente esas operaciones pasarán a ser liquidadas en la Cámara de Riesgo Central de Contraparte. Desde entonces se revisará la forma como operan los negocios para hacer una evaluación y 'pulir' los aspectos necesarios para un adecuado funcionamiento del mercado.
Otro producto relacionado con los derivados es sobre el tipo de cambio, que interesaría principalmente a los exportadores en la medida en que les permite protegerse del tipo de cambio, particularmente cuando el dólar se debilita frente al peso.
Normatividad impulsa el mercado, Córdoba
Así quedó establecido en el decreto 1120 de abril de 2008, con lo que se da un nuevo impulso a las operaciones del mercado.
"Se flexibiliza el campo de acción de los intermediarios en el mercado de renta fija, dándoles mayores opciones para negociar. Eso debería impulsar la liquidez", dice Córdoba Garcés, al hacer un balance de los temas más relevantes contenidos en ese decreto y en el 1121 de abril de 2008.
El primero reglamenta los sistemas de negociación y de registro de operaciones, mientras que el segundo hace referencia a la actividad de intermediación en el mercado de valores.
La nueva regulación pone fin al debate relacionado con el tema de preacuerdos, es decir, si las conversaciones telefónicas que se podían realizar entre los diferentes intermediarios para pactar parte de los elementos de las negociaciones eran o no autorizadas. En ese sentido, el directivo señala que con la norma es claro que esas conversaciones pueden suceder y son naturales para el mercado.
Córdoba Garcés también calificó como positivo que se establecieran los deberes y las responsabilidades de los intermediarios cuando actúan frente a clientes inversionistas que son profesionales del mercado de valores y aquellos que no lo son.
Agregó que "para los administradores del sistema de negociación y de registro que prestan ese tipo de servicios en Colombia se estipulan unas normas muy claras".