Combinar diferentes instrumentos, como pensión, Beneficios Económicos Periódicos (BEP) y subsidios para ancianos indigentes, es una innovación colombiana para la protección de los adultos mayores.
Así se refirió el especialista líder de la unidad de mercados laborales y seguridad social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ángel Melguizo, al plan gubernamental de Protección a la Vejez, que incluye un aumento en la cobertura pensional, los BEP y Colombia Mayor.
Sobre las líneas centrales de la reforma pensional expuestas por el Gobierno, Melguizo señaló que las discusiones destacan que el objetivo de la reforma es, ante todo, un objetivo por la equidad.
El experto del BID habló con este diario en el marco de la Convención Internacional de Seguros, organizada por Fasecolda en Cartagena.
¿Qué opinión tiene del proyecto de pensiones del Gobierno colombiano?
Le puedo comentar sobre los principales contenidos que conozco. Coincido con el diagnóstico que tienen el Gobierno y el sector privado: un reto triple en el sistema de pensiones: aumento de cobertura, pues solo 3 de cada 10 trabajadores están ahorrando para el futuro; sostenibilidad en el mediano plazo, y búsqueda de equidad.
¿Y cuál de esos tres es el reto más grande?
Las discusiones en el país sobre cuestiones de la reforma están influyendo en el reto de equidad, sobre todo limitando los subsidios que hay en el régimen de prima media a los trabajadores de mayor ingreso. Limitar esta ‘regresividad’ del sistema sería el principal éxito de una reforma como la prevista.
A juicio de Asofondos (gremio de las privadas AFP), ¿la propuesta del Gobierno no aumentará la cobertura?
Las discusiones que hemos tenido con los ministerios de Hacienda y del Trabajo y Planeación Nacional, destacan que el objetivo de la reforma es ante todo de proequidad; la cobertura se va a extender con Colombia Mayor, para proteger a toda la población en riesgo de pobreza, y los BEP, para cubrir a los trabajadores de ingreso medio y bajo que vayan ahorrando antes de su jubilación.
¿Eso sería un cambio en la protección a la vejez, pero no al régimen de pensiones?
Creo que es una cuestión más terminológica que real. Un principio básico para un buen sistema de protección social es que sea global e integrado; lo que importa es cubrir con un ingreso que sea suficiente para erradicar la pobreza y suficiente para que los ciudadanos colombianos, cuando se retiren, mantengan su nivel de vida. Da igual si lo llamamos pensión o no. Combinar diferentes herramientas es una innovación y pone a Colombia en una buena situación para atacar el problema de cobertura.
¿Los subsidios en Colombia Mayor y los BEP son bajos?
La integración de los dos regímenes en uno no cambia de por sí los incentivos a participar en el mercado de trabajo formal; en cambio, limita la ‘regresividad’ –el 80 por ciento de los subsidios públicos va a los pensionados de mayores ingresos-, pero en términos de cobertura las herramientas (subsidios) son una cobertura antipobreza. En Colombia Mayor equivalen a erradicar la pobreza extrema, que no es un objetivo menor; creo que es factible y que se establecen en línea con los programas de prestaciones no contributivas que estamos viendo en todos los países.
¿Pero no dejan de ser subsidios bajos?
Sobre la modestia de los incentivos en Colombia Mayor y en los BEP, creemos que, dada la incertidumbre sobre cuál va a ser la respuesta de los trabajadores y los ciudadanos a las políticas y las restricciones fiscales, es adecuado establecer los programas desde un inicio en niveles modestos; una vez están establecidos, y sepamos que funcionan, se pueden ir escalando en generosidad.
¿Además del subsidio del 20 por ciento, los BEP tienen otros incentivos?
En los BEP es interesante que no solo se prevén incentivos financieros, sino también no financieros, como microseguros. Lo que sabemos es que mucha gente responde más a incentivos no financieros, a facilitar los canales de ahorro y dar beneficios a corto plazo, más que beneficios a largo plazo muy altos, pero que llegarán en los siguientes 20 o 40 años.
Asumiendo que los BEP funcionen bien, ¿se debería aumentar el subsidio del 20 por ciento?
En el caso de América Latina y Colombia, se desconoce cuál es la respuesta de los potenciales beneficiarios de BEP, ante un 20, 40 o 60 por ciento. Por tanto, no se sabe si un mayor porcentaje de beneficio redundaría en más cotizantes; hay una elevada incertidumbre sobre la efectividad de lo que está estableciendo este tipo de programas. Por esto se aconseja establecerlos de manera gradual y hacer evaluaciones rigurosas, que es como se diseña toda política social.
Jorge Correa C.
Economía y Negocios