Con la transacción, Indura, el mayor fabricante en el mercado de gases y soldaduras en Chile, duplica su volumen de negocios en el exterior, pues Cryogás es la segunda mayor empresa de gases y soldaduras del mercado nacional.
Cryogas, con ventas por aproximadamente 77 millones de dólares anuales, se dedica a la producción, distribución y venta de gases industriales, medicinales y mezclas. Así mismo, comercializa soldadura, equipos de corte y máquinas de soldar.
Indura es la mayor empresa del mercado de gases y soldaduras del mercado austral, perteneciente al grupo Invesa Briones y tiene ventas anuales por 265 millones de dólares.
Adicionalmente, a través de la firma Garmendia, desarrolla productos de gases y soldaduras para el sector medicinal, acuícola, metalmecánico, minero, agroindustrial, vitivinícola y de seguridad industrial.
La empresa austral también tiene operaciones directas en México, Ecuador, Perú y Argentina, y cuenta con una red de comercialización de productos en Colombia, otros países de América Latina, Estados Unidos y Canadá.
Según el gerente general de Indura, Jaime Castañeda, la inversión en Cryogás se hizo porque Colombia cuenta con fundamentos económicos sólidos, sectores industriales con buenos indicadores de crecimiento y oportunidades de desarrollo.
Como reveló oportunamente este diario, la venta de Cryogás a Indura se da tras la negativa de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) a la integración con AgaFano porque restringía la libre competencia en el mercado de gases para el sector salud. A nivel mundial, el grupo Linde, dueño de AgaFano, adquirió al conglomerado británico BOC, lo que automáticamente le dio la propiedad del 74 por ciento de Cryogás.
Sin embargo, en lo que tocaba con Colombia la operación debía pasar a estudio de la SIC, que negó la solicitud inicial y la apelación porque consideraba que entre AgaFano y Cryogás se configuraba así una posición de mercado dominante para los pacientes, que son los que usan la línea medicinal de las compañías en Colombia.
Por ello, Linde decidió ponerla en sus libros como una inversión negociable que resultó ideal para la compañía chilena, que tenía entre sus planes la apertura de una filial en Colombia, e inició de inmediato trámites de créditos y otras operaciones para comprarla y también expandir sus negocios regionales.