El índice de confianza se sitúa este mes en 59,5 puntos, comparado con los 62,6 puntos de abril, según cálculos preliminares de esa entidad.
Los economistas preveían un registro en torno a 62 puntos.
Este y otros sondeos dedicados a medir la percepción que tienen los estadounidenses de la economía han reflejado en los últimos meses una visión más pesimista, tanto en lo relativo a las condiciones actuales como acerca de las perspectivas a medio plazo.
El incremento en los precios de los alimentos y de la energía, unido a un deterioro del empleo y a una fuerte depreciación del valor de la vivienda, han influido de manera notable en el descenso de confianza.