El ente halló un alto riesgo de pérdida de recursos públicos, pues la entidad crediticia, a diciembre 31 del 2010, contaba con una cartera vencida de 94.245 millones de pesos.
Luego de realizar un vistazo al pasado, la Contraloría observó que entre el 2003 y el 2010, el Banco hizo un castigo de cartera (es decir, se provisionó de recursos por si no recuperaba lo que le adeudaban), por 177.517 millones de pesos.
De dicha cifra, el organismo de control constató que solo ha podido recaudar 26.906 millones, lo que equivale a un escaso 17,3 por ciento.
La Contraloría también llamó la atención sobre el proyecto para la adecuación de oficinas de esta entidad, en el que ha habido un incremento del 19,9 por ciento con respecto a los costos calculados inicialmente.
Según el ente fiscalizador, se previó remodelar 555 oficinas, con un presupuesto de 70.676 millones de pesos y la obra ha costado 84.805 millones de pesos, lo que significa un incremento del 19,9 por ciento de su valor inicial.
Otra circunstancia que llamó la atención de la Contraloría es que dentro del proyecto de remodelación de oficinas se destinaron 43.562 millones de pesos para obras civiles, eléctricas y de imagen corporativa, pero a un grupo de cuatro contratistas les adjudicaron el 90 por ciento del valor total y solo con uno de ellos se contrató el 41 por ciento de la inversión.
En relación con la cartera morosa, el presidente del Banco Agrario, Francisco Estupiñán, afirmó que “el indicador de cartera vencida en el país es del 4 por ciento. Este banco tiene cartera por 7 billones de pesos, por lo que los 94.000 millones corresponden a un 1,3 por ciento, cifra más baja que el indicador general”.
El presidente de la entidad, Francisco Estupiñán, afirmó que están iniciando todas las etapas jurídicas para perseguir las garantías que ofrecieron los deudores.