El objetivo, según el ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, es escuchar las inquietudes del mercado sobre las condiciones exigidas a las empresas para participar en el proyecto, cuyas inversiones se calculan en 2.600 millones de dólares.
Será también el espacio propicio para que el Gobierno responda oficialmente a varios cuestionamientos de la Sociedad Colombiana de Ingenieros en torno a los verdaderos alcances del proyecto.