Ni siquiera en épocas de crisis se esfuman las oportunidades de inversión y el mercado colombiano es una muestra de ello.
Cada vez que hay algún remezón en la economía internacional, tanto las empresas como quienes se mueven en el mundo de las finanzas, se vuelven más cautelosos a la hora de buscarle destino a sus recursos.
Para ponerlo en números, el año pasado la inversión extranjera directa (IED) en el mundo retrocedió 18 por ciento y se ubicó en 1,35 billones de dólares, prácticamente el nivel que se tenía hace tres años.
La Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), entidad que recopila esta información, dice que este comportamiento tiene que ver con la fragilidad de la economía mundial y a la incertidumbre política.
Pero, en ese escenario, los países en desarrollo recibieron, por primera vez, la mayor parte del pastel: 52 por ciento de los recursos, y las regiones más beneficiadas fueron Asia y Latinoamérica.
El año pasado, el flujo de inversión directa a Colombia sumó 15.823 millones de dólares, lo cual representó un crecimiento del 17,7 por ciento frente al 2011.
Aparte de que compañías colombianas han hecho negocios de gran calado, el país ha recibido una gran cantidad de recursos provenientes de otras partes del continente.
Así como el monto de recursos es importante, la lista de inversionistas es grande y abarca muchos sectores.
Si bien el grueso de la inversión que en los últimos cinco años ha entrado a Colombia se ha enfocado al sector mineroenergético, lo cierto es que su origen son los mercados desarrollados.
En cambio, los recursos que han traído las empresas latinas tienen como destino una gran diversidad de actividades. El sector financiero, el comercio minorista, los servicios, son algunos.
AMÉRICA LATINA, EN LA MIRA DEL CAPITAL INTERNACIONAL
El año pasado esta parte del mundo recibió 174.546 millones de dólares, 5 por ciento más que en el 2011.
Según la Cepal, la región es atractiva por que la crisis en los países desarrollados desplazó los recursos hacia mercados emergentes y ahí, América Latina es una buena opción por el dinamismo de sus economías.
Aunque EE. UU. y algunos europeos tradicionalmente son los mayores inversionistas, el flujo de recursos entre los países latinoamericanos ha ganado protagonismo.
De hecho, la Cepal dice que “en 2012 se incrementó la importancia de las inversiones realizadas por empresas de países latinoamericanos, que originaron el 14 por ciento del total de la IED que fue captada por la región".
De hecho, en las desinversiones que han tenido que realizar empresas europeas en la región, las multilatinas han aprovechado para ampliar sus negocios en el vecindario.
LOS INVERSIONISTAS PROVIENEN DE TODOS LOS RINCONES DEL MUNDO
Empresas de todos los continentes han encontrado oportunidades de negocio en el país.
Dentro de los flujos de inversión extranjera directa a Colombia del año pasado, y que totalizaron 15.823 millones de dólares, hay participación de más de 54 países, cuyas empresas trajeron recursos al mercado colombiano.
Como ocurre con muchos otros temas, Estados Unidos es, hasta ahora el principal socio en materia de inversión durante los últimos 10 años, y los recursos de las compañías de ese país se han dirigido a la gran mayoría de actividades económicas en Colombia.
Los países europeos también tienen una participación importante, en especial Inglaterra, Alemania, Holanda, Francia y España.
No obstante, los latinoamericanos están ganando terreno de manera importante en el mercado colombiano, al punto que el año pasado fue Chile el que ocupó el primer lugar entre los inversionistas. Aun así, no es el único.