La Asociación Nacional de Insitituciones Financieras, Anif, fue la primera en salirle al paso a la negociación del salario mínimo este año. En uno de sus informes diarios señaló que, dadas las condiciones actuales de la economía, es decir un claro proceso de desaceleración, el salario mínimo no debería ser superior al 6 por ciento en el 2016, porque un ajuste mayor “avivaría el desempleo”.
Según esa entidad, “la inflación se perfila hacia el 6 % al cierre de 2015”, lo que llevaría a que se reduzca el poder adquisitivo de los colombianos, ya que al ser todo más costoso, obliga a las familias a consumir menos y endeudarse más para suplir sus necesidades.
El ‘círculo vicioso’ consiste en que al haber menor demanda de productos por parte de los hogares, las empresas también deben bajar su ritmo de producción y esto las lleva a tener que recortar personal para cuidar sus costos.
Por eso, Anif sugiere que el aumento no diste mucho de la cifra de la inflación que se acercará al 6 por ciento.
Sin embargo, desde el punto de vista de los trabajadores, un aumento de 6 % no reconocería la productividad, sino que se limitaría a fijar un salario mínimo, que no tiene en cuenta las alzas en los productos de la canasta básica familiar y que simplemente respondería a un tecnicismo.
Para los optimistas que piden un aumento superior a 6 % en el mínimo, la justificación es que al aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores se genera una mejor dinámica en el consumo interno, lo que mejoraría el panorama de las empresas del país.
Será a partir del 7 de diciembre, cuando empiecen las negociaciones, que los trabajadores, empresarios y Gobierno destaparán sus cartas.
Semanas previas a ese tire y afloje que se avecina, Portafolio.co habló con Stefano Farné, director del Observatorio del Mercado de Trabajo de la Universidad Externado de Colombia; Aurelio Suárez, analista económico y político y líder gremial; con Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo, e Iván Duque, senador de la República, sobre cuál debe ser el aumento del mínimo. Así están sus apuestas.
Stefano Farné
“Sería aconsejable no incrementar mucho el mínimo”
“Te puedo garantizar que si el aumento del salario mínimo es superior al 6 por ciento, el desempleo va a aumentar”, así se refirió Stefano Farné, director del Observatorio del Mercado de Trabajo de la Universidad Externado de Colombia, al reporte que entregó la Anif recientemente.
Para Farné, dada la situación actual, el desempleo subirá independientemente del aumento del salario, ya que el ritmo de la actividad económica se ha reducido drásticamente en lo corrido del año.
“En los últimos tiempos el salario mínimo ha aumentado por encima de su tendencia de largo plazo, en términos reales. Es decir, ha crecido mucho más que en años pasados, y lo que tenemos actualmente es un salario mínimo comparativamente elevado con el salario promedio en economía”.
Farné considera que si se mezclan estos factores, lo más prudente es mantenerlo equilibrado con el dato de la inflación, es decir, no permitir que crezca tanto en términos reales como en los años pasados.
Según el italiano, a la hora de las negociaciones, el poder de acuerdo político de las partes será clave.
No obstante, en esta negociación, más que el tema político, va a primar la situación de la desaceleración de la economía, lo que hace pensar que desde el punto de vista técnico sería aconsejable no incrementar mucho el salario mínimo.
“Hay que aumentarlo por encima de la inflación porque eso es lo que dice la Corte Constitucional, pero lo recomendable es que no aumente mucho por encima del IPC”, concluyó.
Aurelio Suárez
“El salario mínimo debe subir cerca de 8 por ciento”
De acuerdo con el excandidato a la Alcaldía de Bogotá y analista económico y político, Aurelio Suárez, si la inflación, tal como se estima, alcanza entre el 5,5 % y el 6 por ciento, la propuesta de Anif no reconocería entonces la productividad.
Para Suárez, quien también es conocido como un líder gremial, el salario mínimo debe subir, incluso, hasta el 8 %, “no solo por el reconocimiento necesario de la productividad sino porque el salario mínimo juega el papel de dinamizador del mercado interno”.
Según el analista, en un momento como este, en el cual Colombia no está teniendo éxito con sus productos exportables, es hora de reanimar el mercado interno por la vía de estimular la demanda a través del incremento a los ingresos a la base trabajadora.
Suárez es de los que cree que los empresarios no solo deben mirar el aspecto de costos, sino los beneficios que puede traer un incremento significativo.
“Toda medida política tiene unos costos y unos beneficios. En este caso, el costo es el aumento en los importes de la productividad, pero los beneficios sin duda son una mayor capacidad de demanda. Estamos subiendo los precios de la energía, estamos subiendo las matrículas en los colegios, estamos subiendo el 30 por ciento los alimentos que son importados, sube el costo de los productos manufacturados en Colombia... Qué mejor que compensar esto con un mayor poder adquisitivo con el fin de generar una mejor dinámica interna”, indica Suárez.
Julio Roberto Gómez
“A los empresarios les parecerá una locura, pero el mínimo debería subir 10 %”
Julio Roberto Gómez, líder sindical y presidente de la Confederación General del Trabajo, estima que la inflación puede superar el 6 por ciento este año. “Inclusive podría llegar al 7 por ciento, porque todavía falta el informe de octubre, noviembre y diciembre y el dato viene disparado”, asegura.
Por esta razón, considera que un eventual aumento del salario mínimo estaría bordeando el 10 por ciento.
“Para los empresarios y los gremios esto es una locura, pero ¿de qué manera se desarrolla un país si no es sobre la base de un mejor bienestar y calidad de vida de los trabajadores? Consideramos que el incremento debe ser mínimamente justo conforme con el comportamiento del índice del Precio al Consumidor”, dijo Gómez.
Según el presidente de la CGT, hay una ley elemental en economía que dice que: ¿para qué se producen bienes y servicios si la gente no tiene capacidad de compra?
Gómez está confiado en que se podrá construir un acuerdo en el que queden conforme todos.
“Debemos llegar a un acuerdo entre las partes, porque, entre otras razones, ¿cómo le explicamos al país que nos sentamos con los ilegales fuera de Colombia y no somos capaces de sentarnos aquí, en nuestro país, para resolver un tema tan importante como el salario de nuestra gente?”.
Iván Duque
“El aumento se debe ajustar a las circunstancias económicas del país”
El senador del Centro Democrático, Iván Duque, se mostró prudente frente a cuál debería ser el aumento del salario mínimo, pero dijo que hay que tratar de buscar algún tipo de incremento real que beneficie a las familias con menores ingresos, ya que ellas tienen la mayor vulnerabilidad por la presión inflacionaria, sobre todo en materia de alimentos, que ya desborda la meta prevista por el Banco de la República.
“A mí me parece que Anif ha hecho un estudio respetable desde el punto de vista académico, son estudios que se hacen con rigor. Pero yo lo que creo es que hay que mirar el contexto de cualquier aumento del salario mínimo también sobre la base de cuál es el aumento real, porque este año, en particular, se caracteriza por tener una inflación que se ha desbordado frente a la meta que tenía el Banco de la República”.
Agregó, que “en un país donde estamos teniendo una inflación cercana al 6%, pensar en un aumento del salario del 10 % (como lo propone la CGT), en las actuales circunstancias de desaceleración, puede golpear estruendosamente la generación de empleo. Creo que hay que buscar un punto más realista, que tampoco desacelere y genere mayor afectación a la economía (…) Un aumento real que supere al menos el 1,5 %, es aceptable en las circunstancias económicas del país”, concluyó el senador.
Javier Acosta
@javaco18
Portafolio.co