Lo primero es dividir las finanzas en tres: prepararse durante el embarazo para prever económicamente las necesidades básicas del pequeño, incluyendo su salud, y dejar una partida de ahorro; segundo, solventar los gastos periódicos que demandará el bebé después de su nacimiento (pañales, leche, ropa, atención médica mensual), así como la canasta familiar; y lo tercero, la previsión hacia el futuro, es decir, planes de financiamiento para pagar los estudios universitarios del nuevo hijo, por ejemplo, afirma Adriana Sancipa, docente de la Universidad de La Sabana y experta en finanzas. Cuando llega un bebé a una familia todo es alegría. Para que esa felicidad no se apague es mejor proteger al bebé de los riesgos a los que está expuesto, como la muerte de alguno de los padres, quienes, como su principal apoyo, le garantizan que no le falte en estos primeros años. Una opción para que el pequeño cuente con los recursos para educación, alimentación y vestuario, entre otros, aun cuando el jefe del hogar se ausente, es el seguro de vida, afirma Armando Zarruk, director de la Cámara Técnica de Vida de la Federación de Aseguradores Colombianos, Fasecolda. Actualmente, 900.000 personas tienen un seguro de vida individual. Un punto importante en el equilibrio de la economía familiar dice Sancipa es hacer sacrificios, contener impulsos, no endeudarse demasiado y ahorrar, pues seguramente habrá gastos adicionales por la llegada del pequeño. Es el momento de hacer planteamientos drásticos. Si los padres no se preparan financieramente, la situación puede empeorar y se pone en riesgo la estabilidad de la pareja, dice Rubén Reyes, gerente general de Puedoser Consulting, compañía que asesora a empresas y particulares en diferentes proyectos de gestión y desarrollo de habilidades. Hacer un presupuesto inteligente requiere un poco de dedicación El presupuesto suele desfasarse por imprevistos y compras impulsivas. Cómo hacerlo rendir. - Los presupuestos fallan porque las personas los hacen ideales. Evite comprar cosas sin saber cómo se van a pagar. Todo debe ceñirse al dinero existente. - Determinar cuánto se va en gastos fijos (arriendo, vivienda, alimentación, transporte), en posibles imprevistos y dejar una partida de dinero para el ahorro, que en principio es el 10 por ciento del salario. - Sacrificar, de vez en cuando, ciertos gustos (salidas a comer, a bailar, la chaqueta de moda). - En lo posible, las parejas no deberían endeudarse para el sostenimiento del bebé. Las deudas tienen límites y, en caso de adquirirse, no deben ser para consumo. Según la docente Adriana Sancipa, éstas no deben ser mayores al 30 por ciento del presupuesto. El nivel de deuda es ajustable según el estilo de vida. - La tarjeta de crédito no es un ingreso adicional y, a veces, se utiliza para comprar cosas de la canasta familiar. Si existe, utilizarla racionalmente. - Darles afecto a los hijos y pasar tiempo con ellos evita, en el futuro, problemas de comportamiento que requieran la ayuda de un profesional. '' Una opción para que el hijo cuente con los recursos para educación, alimentación y vestuario, entre otros, aun cuando el jefe del hogar falte, es el seguro de vida. '' Si los padres no se preparan financieramente, la situación económica puede empeorar y se pone en riesgo la estabilidad de la pareja. Planear ayuda a disminuir los contratiempos La planeación del primer año es fundamental, de manera que el presupuesto que se reserve y ejecute en este tiempo sea cercano a la realidad. Hay varias maneras de planear responsablemente los gastos. Aquí, algunas ideas: Compras al por mayor. Existen lugares especializados donde se obtienen pañales y otros productos de aseo e higiene infantil a muy buen precio y en volúmenes. Priorizar gastos y evitar los impulsos. Hay que hacer compras necesarias, no con el corazón, indica la docente Adriana Sancipa. La prudencia es sabia y esta implica establecer prioridades. Visitar los almacenes y decidir en familia qué se compra y qué pueden regalar los demás. Cuidado del bebé. La pareja debe prever quién se hará cargo del cuidado del niño y, de esta manera, determinar cuál es la mejor opción y qué presupuesto destinar. Si la decisión final es una niñera, hay que seleccionar y entrenar cuidadosamente a la persona escogida. Salud del pequeño. El tema médico es importante y requiere planeación, de acuerdo con los recursos de los padres, opina la experta en finanzas Adriana Sancipa. El sistema de salud ofrece planes complementarios, medicinas prepagadas y seguros de salud, estos últimos con pólizas que cubren todos los gastos relacionados con la enfermedad o accidente e incluso algunos protegen al bebé de enfermedades congénitas. Mientras un niño aprende a gatear, caminar o incluso a montar en bicicleta, están propensos a que les ocurran accidentes o tengan percances, que en algunos casos van desde un raspón hasta una fractura y que requieren atención médica, comenta Armando Zarruk. Al elegir cualquiera de los planes propuestos, debe consultarse el bolsillo. Accesorios. En el mercado existen productos para bebés que cumplen más de una función y son prácticos. Buscar muebles flexibles y multifuncionales, es decir, que uno solo sirva de cuna, cama y cambiador. Aquí el lema tres en uno es el que brinda mayor economía, opina el experto Rubén Reyes. Un baby shower básico. A veces llegan regalos repetidos o innecesarios. Es clave ajustar las peticiones para que los detalles sean útiles, comenta Reyes. Ropa. Comprar tallas un poco más grandes y no para recién nacidos, pues el pequeño crece con rapidez y algunas prendas se pueden quedar sin usar. Red social, apoyo seguro. Cuando los padres tienen buenas relaciones con la familia y las personas que los rodean, estas, sin pedírselo, aportan económicamente a las necesidades del pequeño. Siempre será bienvenido la ropa que regalan los abuelos o el cargador que una amiga de la pareja le trae al infante. Recursos para estudios. Normalmente, los padres solo piensan en cómo financiar la carrera universitaria hasta que el menor culmine su bachillerato y, en este momento, es posible que no cuenten con los recursos necesarios. Los seguros educativos les permiten a los padres garantizarles a sus hijos, desde muy temprana edad la posibilidad de acceder a los mejores centros de educación superior, sin exponerse a los incrementos de los costos; incluso, si alguno de ellos fallece, la compañía de seguros se hace cargo de los costos de la universidad, afirma Zarruk. Actualmente, 90.000 colombianos tienen un seguro educativo, según la Superintendencia Financiera. El bebé no es gasto, es una inversión. Hay que evitar el estrés por el dinero que deba destinarse a la manutención del pequeño. Cuando se organizan las finanzas, no habrá lugar a desbalances ni huecos presupuestales. WILABR
Finanzas
31 ene 2009 - 5:00 a. m.
Con cuentas claras hay finanzas sanas
Qué mejor oportunidad que el nacimiento de un bebé para organizar las finanzas y sanear el presupuesto de la familia. Es importante planear el manejo del dinero con inteligencia para priorizar los gastos que demande el cuidado del bebé y evitar que el saldo siempre quede en rojo.
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