Ante el aumento acelerado de vehículos que utilizan a diario la doble calzada Bogotá-Girardot y para evitar que en el futuro colapse de la movilidad, el Gobierno evalúa desde ya dos alternativas que prometen descongestionar el principal corredor vial del país, por donde se movilizan 19.000 vehículos mensuales.
Portafolio conoció en exclusiva las dos ‘curas’, que de ser aprobadas, requerirían que los constructores hagan inversiones cercanas a los 3, 5 billones de pesos, sin posibilidad de obtener recursos públicos.
La primera es una Asociación Público-Privada (APP) que estructuró la firma Infracon del Grupo Conalvias, y que será socializada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) este viernes en Fusagasugá.
La iniciativa comprende la ampliación de un tercer carril de 132 kilómetros en la doble calzada y la rehabilitación y el mantenimiento de 151 kilómetros, incluidos los pasos urbanos por Fusagasugá, Melgar y Girardot. La inversión estimada por Conalvías es de 2,4 billones de pesos y, en el sector de Boquerón, se construirían cuatro túneles cortos.
El proyecto entró en etapa de factibilidad. Le faltan varios meses para conseguir los avales del Ministerio de Hacienda, Planeación Nacional y la ANI, para luego recibir el visto bueno del Consejo de Ministros que permitiría la publicación de los pliegos y condiciones del proyecto en el Portal de Contratación, como lo disponen las normas, por si hay otras firmas interesadas en mejorar la propuesta.
Esta APP le daría continuidad a la concesión Autopista Bogotá Girardot (CABG), que inició en el 2005 y según la ANI se estima que termine a comienzos de septiembre de 2015, una vez se obtenga el ingreso esperado pactado.
La representante legal de la concesión actual, Luz Mélida Gamboa, advirtió el año pasado de la urgencia de solucionar el problema de movilidad vial en los municipios de Bosa y Soacha que, en planes éxodo y retorno de temporadas altas y puentes festivos, hace colapsar la estación de peaje de Chusacá.
En entrevista a este diario, Gamboa sugirió como mejor opción una doble calzada elevada, y “en otros sectores, del resto del corredor vial hasta la variante de Girardot, se requiere el carril adicional por cada calzada, para garantizar un adecuado nivel del servicio”.
La segunda alternativa que estudia la ANI es un viaducto exprés de 10 kilómetros que iría desde los antiguos predios de la empresa 3M en Soacha hasta la Avenida 68.
Esta APP la propuso la empresa China Gezhouba Group Company y tendría posiblemente el acompañamiento de la cementera Cemex. El proyecto requerirá inversiones por 1 billón de pesos y en junio entrará en etapa de factibilidad.
La propuesta original comprendía un viaducto elevado de 4,6 kilómetros desde Soacha hasta la Terminal de Transporte del sur. La Agencia de Infraestructura les recomendó alargar el trazado 5 kilómetros para hacerlo más competitivo.
Expertos del sector de la infraestructura, aunque aplauden la utilización del mecanismo de APP para la construcción de infraestructura, consideran que podría ser un error construir una calzada adicional.
“Pensar en un tercer carril en Bogotá-Girardot es algo inocuo, debido a las variaciones que tiene esa carretera. Hay fácilmente tramos que no permiten andar a más de 30 km/h y otros en los que hay que ir a 120 km/h, eso hace que no sea una vía competitiva”, dice el experto.
Hay sectores de la ingeniería nacional que desde hace rato han recomendado la construcción de una vía nueva para el transporte de carga entre Silvania y Nilo. “Esa vía sería para carga y no entraría por los municipios. Si se hace, permitiría ahorros de hasta 15 minutos y reducir costos en combustible”, aseguró el ingeniero.
Expertos vinculados a la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) estiman que el corredor Bogotá-Girardot requiere en algunos sectores un replantamiento en cuanto al diseño y al trazado, si de lo que se trata es de hacer más eficiente el transporte de carga.
A juicio de la CCI, el plan maestro de transporte propuesto por fin por el Gobierno se convierte en la mejor oportunidad para hacer tales correctivos.
IMPACTO AMBIENTAL DEL TERCER CARRIL
Édgar Higuera, gerente de logística, transporte e infraestructura de la Andi, señala que las dos APP, de iniciativa privada, demuestran el gran interés que han despertado este tipo de instrumentos entre los constructores.
Sin embargo, Higuera recomienda revisar los impactos que tendría un tercer carril.
“Ese es un tema por analizar. Al fortalecer el tráfico de las carreteras, la parte ambiental se vuelve de más riesgosa, por el ancho de la vía y las pendientes”, explica.
Para el gerente de transporte e infraestructura de la Andi, no se puede dejar de lado la recuperación del sistema férreo en Cundinamarca y las vías que permitirían desahogar la Av. Ciudad de Cali y la Av. Boyacá.
Christian Pardo Q.
chrpar@eltiempo.com