El aumento simultáneo del desempleo y la ocupación obedece a que más personas están saliendo a buscar un puesto de trabajo, pero la decaída actividad económica no logra engancharlos a todos; por esto, en mayo los desocupados se incrementaron en 297.000.
Para el trimestre marzo-mayo, la tasa de desocupación pasó de 11,1 a 11,9 por ciento, 283.000 personas más sin nada que hacer, al tiempo que el número de ocupados aumentó en 656.000 hasta 18'375.000.
En ese periodo, la mayor variación en el renglón de los ocupados se presentó en los trabajadores familiares sin remuneración (23,5 por ciento), los patronos o empleadores (11,8 por ciento), el servicio doméstico (8 por ciento), los obreros o empleados particulares (6,3 por ciento) y los trabajadores por cuenta propia (2,8 por ciento), mientras que los jornaleros o peones tuvieron una reducción de 22,1 por ciento y los obreros y empleados del Gobierno, 8,9 por ciento.
Para el mismo trimestre, el desempleo en los jefes de hogar pegó un salto de 5,3 por ciento en el 2008 a 6,4 por ciento este año. Este es uno de los grupos de la población donde la desocupación tiene los efectos más perversos porque obliga a otros miembros del hogar a salir a buscar trabajo con el fin de tratar de compensar la pérdida de ingresos aumentando la presión sobre el mercado laboral.
No obstante, para ese segmento de trabajadores (jefes de hogar) no se ha diseñado una política de empleo que les dé una mediana estabilidad económica a las familias y no se produzcan retiros escolares (colegio y universidades, principalmente) o que los cónyuges de quienes pierden el empleo no se vinculen a la fuerza laboral.
La ciudad con el mayor nivel de desempleo en el período marzo-mayo, fue Pereira que marcó 20,7 por ciento; el retorno al país de miles de trabajadores, la reducción de las remesas del exterior y las dificultades de la cadena textil-confección han afectado negativamente el mercado laboral en esa capital.
En términos generales, el Gobierno le sigue apostando al 'plan de choque' de los 55 billones de pesos en inversión para proteger, dice, alrededor de 830.000 empleos y crear entre 80.000 y 100.000 puestos de trabajo.
Así se observan las ciudades
Con 18,2 y 17,4 por ciento de desocupación en Ibagué y Pasto, respectivamente, pusieron a estas capitales en el segundo y tercer lugar en desempleo; Bucaramanga y Cúcuta, registraron las menores tasas; la desocupación en Bogotá se situó en 11,6 por ciento.