Por segundo mes consecutivo la inflación es negativa, un fenómeno sin precedentes desde la creación de la zona euro en 1999.
Según las primeras cifras publicadas, los precios bajaron 1,4% interanual en España y 1,68% en Bélgica. En Alemania cayeron 0,6%, una novedad desde marzo de 1987.
La bajada de los precios es, a priori, una buena noticia para los consumidores afectados por la crisis.
El fenómeno "aumenta su poder adquisitivo, lo que en momentos de crisis, y para quienes pierden su empleo, es siempre bueno", comentó la portavoz de la Comisión Europea para Asuntos Económicos, Amelia Torres.
La portavoz matizó que el retroceso de los precios será en principio temporal, ya que éste se debe a que en el mismo período del pasado año los precios del petróleo escalaron a niveles récord, al igual que los de los alimentos, provocando entonces una inflación del 4%.
Además, según la portavoz "estamos lejos de asistir a una baja generalizada de los precios", ya que "si se examinan las cifras del mes pasado, (...) sólo el 18% de los precios registraron una bajada".
A largo plazo, la deflación, definida como un repliegue prolongado de los precios, podría ser preocupante, ya que entre otras cosas desincentivaría las inversiones.
La Comisión Europea, y el Banco Central Europeo (BCE), guardián de la estabilidad de los precios en la Eurozona, descartan de momento que se produzca una deflación.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), sin embargo, consideró el jueves en un informe anual sobre la Eurozona que existe "un débil riesgo de deflación" si la recesión continúa y si la situación del mercado laboral empeora.
Por otro lado, el desempleo siguió al alza, apuntalado por la crisis económica, según datos publicados este viernes por Eurostat.
El paro aumentó a 9,4% en junio, la tasa más alta desde junio de 1999, con cerca de 15 millones de personas sin trabajo. En mayo, la tasa de desempleo fue de 9,3%.
Eurostat revisó a la baja la tasa del mes de mayo, que antes había calculado en 9,5%.
Pese a la mayor confianza de empresarios y consumidores, el desempleo, que siempre evoluciona más despacio que la coyuntura, podría seguir aumentando, según los economistas.
"El alza del desempleo pesará en el consumo en la zona euro", lo que "amenaza con prevalecer sobre el aumento del poder adquisitivo" resultante del retroceso de los precios, destacó Howard Archer, economista del instituto IHS Global Insight.