En la confederación sindical británica Trade Union Congress (TUC) se ha criticado con dureza este anuncio y ha calificado de 'inaceptable' la estrategia de Lloyds, que "anuncia semana tras semana la pérdida de cientos de puestos de trabajo, dejando al resto de la plantilla con la incertidumbre de no saber si ellos serán los siguientes en caer".
Sin embargo, Lloyds sostiene que la reorganización de esta división de banca mayorista podría llevar consigo la creación de 300 nuevos puestos de trabajo, lo que compensaría una parte de las bajas efectuadas.
Asimismo, ha reiterado su voluntad de que los despidos sean voluntarios "siempre que sea posible".
Los sindicatos, por su parte, han reclamado a la entidad que "haga públicos sus planes de futuro" y que se siente a discutir con ellos el futuro de la fuerza laboral de la empresa.
La entidad se enfrenta a una difícil situación económica tras acudir el pasado ejercicio al rescate del Halifax Bank of Scotland Hbos, que obtuvo en 2008 una pérdidas de 11.000 millones de libras (unos 12.300 millones de euros).
Esta adquisición, calificada por los analistas de 'desastrosa', le ha obligado a pedir ayuda al Ejecutivo británico, con quien negocia ahora la inclusión de activos 'tóxicos' por valor de 260.000 millones de libras (294.000 millones de euros) bajo el paraguas del Programa de Protección de Activos puesto en marcha por el Gobierno a principios de año.
De igual manera, el presidente de la entidad británica, Victor Blank, que apoyó esta adquisición, anunció el domingo que dejará su cargo a finales de 2010.
Aumentan los despidos
Según los datos de la confederación sindical británica, la crisis financiera ha provocado en el Reino Unido la pérdida de 20.000 puestos de trabajo en el sector en los cuatro primeros meses del año, de los que 2.500 han tenido lugar en el Lloyds Banking Group.