La puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos, y el avance de la economía colombiana, son algunos de los temas que han obligado a redefinir la agenda entre ambos países.
En ese sentido, los temas ya no giran exclusivamente en torno al narcotráfico, los derechos humanos y el TLC, sino que están más volcados hacia la creación de oportunidades de negocio y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
Por eso, representantes de los dos países se han reunido para sostener diálogos de alto nivel sobre los asuntos de interés común.
José W. Fernández, secretario de Estado Adjunto para Asuntos Económicos y Empresariales de Estados Unidos, habló con Portafolio.
¿Cómo están viendo a Colombia?
Ha sido una historia de éxito. En los últimos años, ha aumentado su crecimiento económico, y de manera duradera, este año podría estar entre 4 y 5 por ciento, con lo cual es una de las estrellas.
La inversión extranjera sigue creciendo.
Me dicen que este año podría ser de más de 15.000 millones de dólares. Se ha duplicado la clase media y quiere construir infraestructura.
¿En qué consisten los diálogos?
Tenemos un diálogo de alto nivel con Colombia, lo cual refleja el cambio y la evolución de nuestras relaciones con el país.
Hace 10 años, el eje habría sido el narcotráfico y la seguridad, pero por los avances en el país, se habla de temas de inclusión social, energía, de derechos humanos y de ciencia y tecnología, y de promover la pequeña y mediana empresa, entre otros.
Hay muchos objetivos en común entre los presidentes y varios temas para abordar juntos, porque los dos países decidieron ser socios de primera.
Superado el TLC, ¿cuáles son las prioridades en la agenda?
Nos tenemos que enfocar en las posibilidades y no en los problemas. Del TLC hay algunas cosas que faltan por implementar, pero tenemos un instrumento que agiliza el comercio y ahora hay que buscar las oportunidades e incentivar al sector privado para que haga negocios. Ya derrumbamos las barreras y ahora hay que aprovechar el tratado.
Distintas voces han manifestado el interés de seguir estrechando las relaciones. ¿Qué iniciativas hay?
Hay un tema en el cual estamos empezando a trabajar y es en estrechar las relaciones entre la diáspora colombiana en EE. UU. y el mediano y pequeño empresario.
Muchos de los colombianos tienen pequeños negocios, pero quieren crear más lazos en su país.
¿En qué consiste ese proyecto?
Ya se anunció una iniciativa llamada La Idea, para estrechar las relaciones entre los hispanos y sus países de origen. Queremos trabajar con Colombia para crear redes de pequeños empresarios, que sean emprendedores, generen empleo y quieran innovar.
Vamos a premiar a quienes presenten los mejores planes y trabajaremos para darles capacitación técnica, conectarlos con otros empresarios y apoyarlos con capital.
En dos meses y medio de vigencia del TLC, ¿que han visto?
El comercio continúa creciendo y hay más interés de inversionistas norteamericanos por invertir en el país, porque el tratado hace permanentes los beneficios y el tratamiento a la inversión.
Nuestros cálculos dicen que las exportaciones colombianas a EE. UU. aumentarán en 1.600 millones de dólares, y se dice que el acuerdo podría ayudar al PIB colombiano a crecer entre uno y dos puntos adicionales. Los beneficios que esperábamos se han producido, pero sabemos que hay que seguir cooperando en temas como asuntos laborales, entre otros.
¿Qué puede responder ante las inquietudes que hay en Colombia frente a la aplicación de subsidios agrícolas en EE. UU?
Siempre se pueden discutir los detalles, pero, en general, el mercado americano es el más abierto del mundo, y se ha dicho que entre el 80 y el 90 por ciento de los obstáculos están relacionados con barreras de acceso, como temas sanitarios o aranceles muy altos, pero no por los subsidios.
El mercado para la agricultura es muy abierto y se puede penetrar, y el TLC ofrece aún más facilidades.
INFRAESTRUCTURA, ENERGÍA Y TECNOLOGÍA, LAS OPORTUNIDADES
Según el funcionario, hay muchas oportunidades por explorar.
“Hay mucho por hacer, por ejemplo, los grandes planes que tienen en infraestructura son algo muy atractivo para las empresas estadounidenses, que tienen mucho conocimiento en aeropuertos, puertos y carreteras; también hay interés en energía y tecnología”. Adicionalmente, los productos agrícolas colombianos tienen muchas posibilidades. .
“Un ejemplo es el de los aguacates, pues el año pasado importamos US$ 617 millones y ni uno solo colombiano. Colombia tendrá acceso para sus productos agrícolas al mercado más grande del mundo”.