Es destacable, dentro del concepto de seguridad, la referencia a lo social, al deseo de lograr la equidad que debemos entender, aunque no lo dijo, como el logro de la justicia social. En sus cuatro años anteriores lo social no fue lo prioritario, no era un tema que lo desvelara. Ahora, afortunadamente pues nunca es tarde, habló de la necesidad de superar la pobreza y de mejorar la distribución de la riqueza, recordando el compromiso asumido por Colombia en el año 2000 ante todas las naciones del mundo. En Nueva York y teniendo como meta el año 2015, se suscribieron los Objetivos del Milenio: erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de géneros, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el Sida, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una alianza mundial para el desarrollo. Todo un programa social que fue ignorado en su primer cuatrienio. El crecimiento por si solo no alivia la pobreza. El crecimiento de la economía colombiana, lo ha dicho el Centro de Investigaciones para el Desarrollo, CID, de la Universidad Nacional, ha sido muy inequitativo, pues las ganancias de las empresas aumentaron más que los salarios, el sector financiero se concentró más, la distribución de la tierra empeoró, los impuestos son más regresivos y el pago de servicios públicos es más ine-quitativo. Crecer al 5 por ciento o más, sin que se reduzca el número de pobres y se satisfagan las necesidades básicas de millones de personas, no es para cantar victoria. Al contrario, es un motivo de preocupación que debe servir para cambiar de rumbo. Por eso es de esperar que ahora si sea en serio lo de la política social estructural, que prometió el doctor Uribe en su discurso, para producir positivos impactos en calidad de vida y distribución de la riqueza. Las metas sociales del Gobierno, también lo dijo el Presidente, son más exigentes que las del milenio. Enhorabuena. Lo importante ahora es que se cumplan y para ello es fundamental que se incluyan en el plan de desarrollo, junto con los Objetivos del Milenio, y que se definan y se obtengan los recursos de inversión para hacerlas viables. Nada sería más frustrante, especialmente para los que están por debajo de la línea de pobreza que son muchos millones de personas, que dentro de cuatro años se verificara su incumplimiento. Esa paz que tanto queremos debe sustentarse en una política social efectiva que convierta el discurso en hechos. Del discurso de posesión hay que recordar las promesas sociales para exigir su cumplimiento y olvidarse de ese farragoso párrafo poético en que mencionó a los departamentos. Le quedó como un bambuco malo . Decano F. de Economía U. Piloto "Esa paz que tanto queremos debe sustentarse en una política social efectiva que convierta el discurso en hechos.
Finanzas
10 ago 2006 - 5:00 a. m.
El discurso
Buena parte de su discurso de posesión, el presidente Uribe la dedicó a honrar la democracia que es, así lo afirmó perentoriamente el hilo que alimenta la hermandad entre nuestros pueblos con capacidad para sonreír amablemente en el reconocimiento de la divergencia. Su visión de la misma, de ese hilo que alimenta, tiene cinco elementos: seguridad democrática, libertades públicas, cohesión social, transparencia e instituciones independientes.
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