En su análisis, el Banco de la República sostiene que el producto interno bruto para el primer trimestre de 2009 publicado por el Dane mostró que la economía colombiana "ha logrado resistir, mejor que muchos otros países emergentes, los duros efectos de la crisis".
"Esto no es algo fortuito, sino el reflejo de los buenos fundamentos económicos del país y de la política económica prudencial que antecedió a la crisis. Si bien aún es prematuro hablar de recuperación, este resultado sugiere que la economía colombiana habría logrado estabilizarse, y que posiblemente lo peor de la crisis ya pasó", dijo el Emisor.
El Banco concluyó que indicadores como el nivel de las reservas internacionales, la solidez patrimonial, la baja exposición al riesgo del sistema financiero, la reducción de la deuda externa, las mayores tasas de ahorro e inversión de la economía y la mayor capacidad de crecimiento potencial en un contexto de inflación baja y estable "reflejan la mayor fortaleza de la economía colombiana".
Sin embargo, reconoce que la crisis financiera internacional ha dejado consecuencias en la economía colombiana como son "el deterioro de la confianza de consumidores y empresarios, menores precios de la mayoría de bienes exportados y la caída de las remesas".
En cuanto al desempleo, el Banco también acepta que la desaceleración del crecimiento económico se ha reflejado "en un incremento de la desocupación".
"El mayor desempleo ha sido el resultado de una expansión de la oferta laboral que ha superado el aumento de la demanda. La entrada de trabajadores adicionales a la oferta laboral, que buscan compensar una caída de ingresos familiares o la pérdida de trabajo del jefe del hogar, supera la capacidad de creación de empleo que actualmente tiene la economía, incrementándose así la tasa de desempleo", concluyó.