Cuando se enteró de que el banco le financiaría solo el 60 por ciento del valor total de un departamento y que durante seis meses debería tener en su cuenta un saldo equivalente al 15 por ciento del valor del crédito, Juan González renunció a su sueño de ser propietario de una vivienda. "Con esas exigencias, nuestro sueño se hizo pedazos, no queda más que seguir arrendando", dijo González, un profesional de clase media que creía reunir todos los requisitos para conseguir un préstamo.
Las condiciones de los créditos, sin embargo, se endurecieron mucho en los últimos meses como consecuencia de una serie de factores derivados de la crisis económica mundial que provocan una grave escasez de dólares en una economía dolarizada.
La reducción de depósitos alcanzó un nivel tal, que en enero los bancos repatriaron 810 millones de dólares invertidos en el exterior.
La escasez de dólares obedece a la reducción de las remesas de los emigrantes (que bajaron un 22 por ciento hasta diciembre del 2008), una baja en las exportaciones, y la sustancial caída de los precios del petróleo a menos de un tercio de los 147 dólares el barril a que llegó a venderse el año pasado. El crudo es el principal producto de exportación de Ecuador.
Todo esto se traduce en una caída del ingreso de dólares y pone en riesgo la vigencia del sistema monetario dolarizado, especialmente teniendo en cuenta que el Gobierno no puede imprimir esa divisa.
La necesidad de dólares ocasionó que el Gobierno utilizase 3.033 millones de dólares de la reserva monetaria en seis meses, la cual al 6 de marzo, quedó con un saldo de 3.472 millones, con una tendencia al descenso. De hecho, el 30 de abril se ubicó en 3.142 millones de dólares.
Ecuador, por otra parte, pidió créditos por un total de 1.300 millones de dólares y emitió este año bonos estatales por 1.249 millones de dólares, que fueron adquiridos por el Instituto de Seguridad Social, un organismo estatal.
Ante este panorama, cunde el temor de que no se pueda sostener la dolarización, con las consecuencias nefastas que ello acarrearía: un periodo de inestabilidad, "pérdida de poder adquisitivo y, muy probablemente, un fenómeno inflacionario importante", según el jefe de investigación para mercados financieros de Latinoamérica de la consultora Idea Global, de Nueva York, Enrique Álvarez.
El Gobierno niega que se corra peligro de una 'desdolarización'. En las recientes elecciones generales del 26 de abril, Rafael Correa fue reelegido y en cuanto conoció de su victoria dijo: "Sé muy bien que si se derrumba la dolarización será un golpe durísimo para el pueblo ecuatoriano, por eso es que vamos a mantenerla".
Para evitar que salgan dólares de Ecuador, el Gobierno elevó hasta en un 35 por ciento los aranceles sobre la importación de 627 bienes. Además, se encuentra empeñado en un mejor control del pago de impuestos en todos los niveles, especialmente en las empresas y grandes contribuyentes.
El analista financiero del Eurasia Group, de Nueva York, Patrick Esteruelas, no obstante, declaró a la AP que el dólar ''podría volverse insostenible a finales de este año a menos que haya una recuperación de los precios del petróleo o que el Gobierno considere replantear su política económica y replantear la baja los gastos públicos".