Seis países de Europa tienen actualmente prohibido el uso de la semilla MON810 argumentando que contamina el medio ambiente.
"Los expertos en OGM de la Efsa concluyeron que el maíz 810 no presenta riesgos para la salud humana y animal y no constituye una amenaza para el medio ambiente, si se toman las medidas adecuadas para evitar contaminar a los lepidópteros", según las conclusiones publicadas en el sitio web de la agencia, basada en Italia.
Alemania, Francia, Grecia, Austria, Hungría y Luxemburgo suspendieron el cultivo de esta variedad de maíz concebida para resistir mejor a la mariposa piral, debido a los interrogantes sobre posibles repercusiones en la salud y el medio ambiente.
La opinión de la Efsa permite ahora a la Comisión Europea proponer a los Estados miembros renovar la autorización concedida en 1998 para la importación y el cultivo del MON810.
Pero los Estados de la Unión Europea sólo podrán adoptar esa decisión si aúnan una mayoría cualificada, algo que por el momento no es evidente.
Once países, entre ellos Austria, Grecia, Irlanda y Holanda, han reclamado la posibilidad de prohibir el cultivo de semillas genéticamente modificadas en su territorio, una propuesta apoyada por la mayoría de socios, excepto España, donde se cultiva la mayor superficie de MON810 en Europa.
Aunque la opinión de la EFSA fue publicada este martes, el grupo Monsanto fue informado previamente de su contenido.
El productor estadounidense de semillas avanzó el lunes que la agencia había adoptado opiniones científicas favorables a esta variedad de maíz transgénico, lo que le permitió obtener ganancias en sus acciones cotizadas en la bolsa de Nueva York.
La opinión "ilustra un firme compromiso en favor de decisiones fundadas en la ciencia, para permitir que los agricultores elijan cultivos biotecnológicos", estimó un responsable de Monsanto, Jerry Hjelle.