Los impactos de la pandemia y la crisis económica sobre la realidad de vida de los hogares no se limitaron solo al 2020. Así lo evidenció la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) para el año 2021, la cual fue divulgada ayer por el Dane, y que mostró que incluso el año pasado empeoró la percepción de pobreza y de bienestar subjetivo de las familias colombianas.
Según el reporte, mientras que en 2019, previo a la pandemia, el 37,9% de los jefes de hogar o sus cónyuges aseguró que se consideraba pobre, y en 2020 esa cifra se incrementó a 38,2%, durante el 2021 no mejoró este indicador, y por el contrario escaló a 46,7% de las familias. La situación empeora además las zonas rurales, donde el 70,3% de los jefes de hogar tiene la idea de que su familia vive en condición de pobreza.
“Tenemos un incremento de esa percepción subjetiva de pobreza en el país. Esa afectación fue mucho más marcada entre 2020 y 2021, muy seguramente por el fenómeno inflacionario que vio consolidarse el país el año pasado y que continúa siendo un foco de atención significativo”, explicó el director del Dane, Juan Daniel Oviedo.
La encuesta evidenció también que pese a que 2021 fue el año de la recuperación de la economía, con un crecimiento en el PIB de 10,6%, la situación de los hogares refleja otro panorama muy distinto.
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Las cuentas familiares
La ECV mostró también cómo para el 41,7% de los hogares los ingresos no alcanzan para cubrir los gastos mínimos, y esta proporción incrementó frente a 2020 y 2021. La situación, además, empeora cuando el jefe de hogar es una mujer, pues el 45,4% de ellas aseguró que siente que no tienen suficientes ingresos para cubrir los gastos de su hogar.
Además, el 50,4% dice que los ingresos para el hogar sí les alcanzan para estos gastos, pero solo para el 7,9% es posible cubrir más allá de sus gastos básicos.
Algunos de los choques que trajo el covid-19 sobre las cuentas de las familias se siguieron reflejando en 2021, pues el año pasado el 17,5% de los hogares aseguró que se atrasó en el pago de los servicios públicos, apenas 1 punto porcentual por debajo de la proporción de familias en esa situación en 2020; el 15,4% de las familias dijo que el jefe de hogar perdió su empleo, mientras en 2020 fue el 14,7%. Así mismo, el 12,6% se atrasó en el pago de la vivienda, ya sea en cuotas u arriendos.
Esto llevó a muchas familias a tener que tomar medidas para enfrentar la situación, incluso más drásticas que las que experimentaron en 2020, el año de la pandemia.
Mientras que en 2020 el 19,6% de las familias dijo haber gastado parte o todos sus ahorros, en 2021 esta proporción ascendió al 38,3%. Pero no solo gastaron el dinero que tenían guardado, sino que también aumentaron sus deudas, porque el 36,9% de las familias dijo que se endeudaron o ampliaron los plazos de pagos de algunos compromisos financieros. En 2020 solo le sucedió a 15,6% de las familias.
Otro dato que evidencia las complicaciones que enfrentan las familias es que el 34,3% dijo que disminuyeron sus gastos en alimentos, y también el 28,8% aseguró que tuvo que pedir ayuda de familiares, amigos u otras personas del barrio o pueblo para soportar la crisis. El 1% retiró a sus hijos del colegio, y el 3,1% tuvo que vender algunos bienes como sus carros, motos o electrodomésticos.
La vivienda fue otro reflejo de como el covid contagió la economía de las familias. En el 2021 el 39,4% de los hogares del país tenía vivienda propia, proporción que incluye tanto a quienes la estaban pagando como a quienes ya terminaron de hacerlo, mientras que el 38,6% indicó ser arrendatario o subarrendatario.
Sin embargo, según explicó el director del Dane, en 2021 disminuyó la participación de vivienda propia totalmente pagada, mientras que creció la de vivienda en arriendo o subarriendo. Y según Oviedo, “solo en Bogotá y en Amazonas se ve entre 2020 y 2021 una disminución de los hogares en arriendo, mientras que para el resto de departamentos se observan incrementos significativos en las familias viviendo en este tipo de inmuebles”, dijo, y aclaró que esto es “una tipificación indirecta del choque de ingresos como consecuencia de la pandemia”.
(Vea: Los 5 datos más relevantes de la pobreza en Colombia y A. Latina).
La composición de los hogares
La Encuesta también evidenció varias tendencias en la composición de los hogares, como el aumento en las familias unipersonales, que pasaron a ser el 18,2% de los hogares del país, mientras en 2020 eran el 16,7%.
Cerca de la cuarta parte de los hogares en Colombia (23,8%) está conformada por tres personas, seguida de los constituidos por dos personas (23,6%). Por su parte, el 19,6% de estos tiene cuatro personas y el 14,8% restante por cinco personas o más.
La encuesta evidenció también que para el año pasado el 43,1% de los hogares en el país reconoció como jefa de hogar a una mujer, por encima del 39,8% que se reportó en 2020, y que constituye un nuevo crecimiento frente a años anteriores.
“Elementos de deterioro en las condiciones económicas, pero también elementos como la sobre mortalidad masculina por covid, están detrás de esta evolución tan importante de la jefatura femenina de hogar, que no puede ser interpretada como una condición de empoderamiento económico de las mujeres”, resaltó Oviedo.
(Vea: 65,8 % de la población del sisbén IV está en condiciones de pobreza).
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE