Los indicadores del comportamiento bursátil de los países pueden llegar a ser, junto a los indicadores vitales de la economía de una nación- una medida bastante representativa acerca de la confianza que los inversionistas tienen en un país, siempre que no exista, desde luego, control cambiario y de intercambios. En este último caso, si la economía no presenta condiciones que se estima son mínimas en la economía real, los capitales al no poder salir tienden a buscar la economía financiarista en lugar de la producción de bienes, servicios y empleo.
En general, los países de la Alianza del Pacífico (AP) –Chile, Colombia, México y Perú- cuentan con sistemas flexibles que no impiden la salida de capital. De allí que las inversiones en bolsa sean hasta cierto punto confiables y representantivas sobre la dinámica y las condiciones generales del escenario económico de una nación.
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Con base en cifras del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, es posible comparar el desempeño de los países de la AP. Considerando un índice de 100 para el año 2005, se tiene que, en 2018, Chile llega a un coeficiente de 260, Colombia de 122, México de 234 y Perú de 399.
Esto podría interpretarse como un desempeño muy bueno en el manejo fiscal y monetario de Perú, Se trata del coeficiente más alto del grupo que se analiza. Es posible también que el factor de incertidumbre, dada las cambiantes condiciones políticas del país, anime más a buscar las rentas en los mercados bursátiles que en la instalación de capital fijo que se traduciría en más empleos en el país. En este último caso se estarían buscando las rentas en la productividad del sector real.
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Chile y México se encontrarían en una posición de medianía. En este contexto, la situación de México es interesante puesto que la prensa del país del norte había sido insistente en considerar que la elección y toma de posesión del Presidente Andrés Manuel López Obrador podría desestabilizar el clima de negocios. En todo caso, esa prensa ha reconocido que el actual mandatario del país azteca tiene niveles históricos de aprobación, aunque se encuentra al inicio de un prolongado período presidencial -6 años.
La situación de Colombia es llamativa. El gobierno del mandatario Duque no estaría convenciendo demasiado en cuanto a la colocación de fondos en derivados financieros, aunque es importante tomar en cuenta que el indicador toma en consideración los 12 años pasados. Es decir que la serie histórica que se analiza parte del segundo período presidencial de Álvaro Uribe, pasa por los dos períodos de Juan Manuel Santos e incluye al presidente actual.
Si es un indicador de un sano ambiente de negocios, estos números serían una buena noticia para los países de la AP. Pero es necesario considerar, en todo caso, que la captación de fondos de los mercados de bolsa, muchas veces opera como un juego de suma cero, respecto a la economía real. Es decir que los fondos del ámbito financiero, son los mismos que bien pueden requerirse para ampliar los niveles de empleo en un país.
Giovanni E. Reyes,
Ph.D. University of Pittsburgh/Harvard.
Profesor Titular y Director de la Maestría en Dirección de la Universidad del Rosario.