En Indonesia, al menos dos manifestantes fueron arrestados este martes, cuando una treintena de ellos arrojaban piedras contra la policía durante una manifestación en la Universidad de Makassar.
Las manifestaciones se multiplican en el archipiélago desde que el Gobierno anunció el viernes una reducción drástica de los subsidios a la gasolina, lo cual implicaría un alza de cerca de 30 por ciento del precio de los combustibles.
En Londres, cientos de camiones se dirigían el martes hacia el centro de la ciudad tocando sus bocinas para pedir una baja de los impuestos sobre la gasolina.
Representantes de los camioneros españoles eran a su vez recibidos en el Ministerio de Transporte en Madrid para discutir el precio del gasóleo, mientras una organización minoritaria amenazó con convocar una huelga el 8 de junio si sus reivindicaciones no eran satisfechas.
La organización mayoritaria, la Cetm, que representa un 60 por ciento del sector del transporte terrestre, no se sumó a la movilización para no comprometer sus negociaciones con el Gobierno.
En la ciudad francesa de Caen (Normandía, noroeste de Francia), fueron los conductores de ambulancias los que expresaron su descontento en una caravana que avanzó a paso de tortuga por la ruta periférica.
"En 10 años, nuestras tarifas aumentaron un 6 por ciento, mientras el carburante aumentó 40 por ciento en tres años", declaró Hervé Lacroix, conductor de ambulancia que lidera las manifestaciones.
Además, continúan las protestas de los pescadores franceses, iniciadas hace dos semanas, y a ellos se sumaron los pescadores españoles. Los huelguistas intentan sumar a la protesta a pescadores de otros países para exigir una reducción del precio del gasóleo.
En Fossur Mer, cerca de Marsella, la policía antidisturbios evacuó los retenes de manera pacífica a fines de la mañana de ayer , tras unas horas de bloqueo. En España, el movimiento iniciado el lunes en varios puertos catalanes continuaba ayer en ciudades como Barcelona, Port de la Selva y Vilanova i la Geltrú.