Hay quienes dicen que si el Banco de la República sigue subiendo las tasas de intermediación, que en la actualidad están en 4,75 por ciento, el dólar seguirá bajando, pues el país se hace más atractivo para los inversionistas extranjeros, cuyos abundantes dólares son los que tienen, entre otras razones, al dólar en cercanías de los 1.800 pesos.
Por otro lado, algunos expertos opinan que una baja en los tipos de interés sería una forma de hacer al país un poco menos atractivo para la inversión extranjera directa y de esa forma sería más fácil detener la vertiginosa caída de la moneda estadounidense, cuyo descenso en lo corrido del año está por encima de los 140 pesos, equivalente a cerca de un 7 por ciento. Eso tiene un efecto directo sobre el crecimiento de la economía colombiana, que en ese caso sería menor.
Pero bajar las tasa de interés incentiva el consumo interno, pues abarata el crédito y los préstamos, lo cual tiene un efecto no deseado, como es el de disparar la inflación.
Así las cosas, no es fácil la decisión que debe tomar el Emisor y bien podría irse por la menos complicada, como es dejar esos tipos de interés inalterados.