Engel se manifestó así luego de que elogió los esfuerzos del Gobierno colombiano para mejorar la la seguridad.
"Creo que el presidente Álvaro Uribe ha hecho un trabajo estupendo para mejorar la seguridad y librar a su país de las drogas, pero acá hay muchas consideraciones políticas y los colombianos están, por así decirlo, atrapados en medio de todo esto", observó Engel.
Para el congresista, que se describió "solidario con el pueblo colombiano", el asunto de la impunidad y los asesinatos de sindicalistas son la mayor traba que afronta el TLC desde que fue suscrito entre Estados Unidos y Colombia, en noviembre de 2006.
También está la realidad de las elecciones presidenciales en EE.UU. y la enorme presión que ejercen los sindicatos en este país.
Los aspirantes presidenciales demócratas, por ejemplo, han dejado clara su oposición al pacto comercial y han centrado sus esfuerzos en promover medidas que protejan a los trabajadores estadounidenses.
"Mientras los gremios estadounidenses sigan ferozmente opuestos al TLC, eso hará muy difícil su votación en el Congreso antes de las elecciones generales", enfatizó Engel.
Si la extradición de los ex paramilitares es un gesto del Gobierno de Colombia para persuadir a los escépticos en el Congreso estadounidense, "eso representa una buena iniciativa, pero creo que el presidente Uribe y su Gobierno deben hacer más", continuó.
El legislador instó a la Casa Blanca a que ayude a crear "un clima favorable para que se someta a votación el TLC" y abandone su actitud "de que aquí mandan ellos".
Engel hizo estas declaraciones al concluir una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, que hoy aprobó la Iniciativa Mérida contra el narcotráfico y el crimen organizado en México y Centroamérica.
A pocas cuadras del lugar, en un parque del Senado, alrededor de 40 congresistas y activistas gremiales de EE.UU. y Colombia se manifestaron contra el TLC con los mismos argumentos: el país andino tiene que demostrar más logros en materia de derechos humanos y laborales.
En ese acto, el senador demócrata Sherrod Brown destacó que aunque el Gobierno colombiano ha fortalecido las instituciones "la violencia no ha disminuido".
Brown reiteró su oposición al TLC y prometió a los activistas colombianos presentes: "lucharemos con ustedes por un comercio justo, y lucharemos con ustedes para poner fin a la violencia".
La protesta fue auspiciada por Brown, cuya oficina señaló que cerca de 3.000 activistas sindicales han sido asesinados en Colombia en los últimos 20 años.
"Este no es un cuento viejo, algunos actos de violencia y asesinatos de sindicalistas son historias frescas, de hace dos semanas", dijo Joanna Kuebler, portavoz de Brown.
Agregó que Brown y otros demócratas consideran que la extradición de los ex jefes paramilitares "es un paso significativo, pero no lo suficientemente grande".
En paralelo, la embajada colombiana distribuyó testimonios de varios líderes gremiales de ese país que en días recientes visitaron Washington para manifestar su apoyo al TLC.
Uno de ellos, Mario Efrén Isaacs Vinasco, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores del sector agropecuario, dijo que el TLC mejorará la productividad e incrementará la demanda laboral, "lo que se traducirá en más empleos y salarios más altos".
Isaacs consideró que "la retórica en EE.UU. sobre la violencia contra sindicalistas en Colombia es desinformación propagada por los sindicatos estadounidenses".
El grupo de 14 ex jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) fue extraditado este martes por Colombia para que respondan en tribunales de Estsados Unidos por narcotráfico y otros delitos.