Luego de haber ejecutado el 92 por ciento de las obras y de atender el 100 por ciento de las necesidades de los afectados del invierno tras el fenómeno de ‘La Niña’ registrado en 2010 y 2011, el Gobierno le pondrá fin hoy al programa Colombia Humanitaria.
En total, fueron realizadas 4.185 obras en todo el país, relacionadas con vías, puentes, taludes, jarillones, acueductos, canalización de caños, construcción de escuelas, obras de mitigación ambiental, estaciones de policía, distritos de riego, estaciones meteorológicas, entre otras.
Roberto Zapata, gerente del organismo, asegura que el 2 por ciento de las obras que no han sido entregadas están contratadas y en proceso de ejecución, y de ahora en adelante serán coordinadas por la Unidad de Gestión de Riesgo del Gobierno.
En total, durante los tres años y medio que duró el programa, fueron invertidos recursos por 5,3 billones de pesos, correspondientes a dineros de la Nación, donaciones de colombianos y extranjeros y aportes de los departamentos y los municipios.
Zapata dijo que de las obras ejecutadas a través de los entes territoriales han sido entregadas el 99,2 por ciento, mientras que en desarrollo de convenios con entidades nacionales la ejecución asciende al 97 por ciento.
Los resultados serán entregados hoy por el gerente de Colombia Humanitaria al presidente Juan Manuel Santos, quien a su vez expedirá el decreto de liquidación de la entidad.
Además de las obras de infraestructura, el programa de ayudas incluyó acompañamiento social y el fortalecimiento de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, a través de puentes temporales, equipos de atención de emergencias y el registro único de damnificados.
“Hicimos un trabajo importante en recuperación de medios de vida, que consiste en capacitar a los damnificados en el diseño de proyectos productivos que les permita salir de la situación de crisis que les dejó la tragedia”, dijo Zapata.
Indicó que un ejemplo de esto fue lo sucedido con un grupo de de la comunidad Wayú dedicada a la explotación de sal en Manaure, que resultó afectada por la creciente de un río que se llevó la infraestructura de producción. Nosotros les ayudamos a recuperar y a tecnificar las prácticas de explotación y hoy tienen ingresos superiores a los reportados antes de la tragedia”.