En su intervención ante la junta general de accionistas de la empresa, Mulally aseguró que la compañía está preparada para sobrevivir la grave crisis que atraviesa el sector. "Somos diferentes a las otras compañías", afirmó Mulally a los accionistas reunidos en la localidad estadounidense de Wilmington y en referencia a sus dos principales rivales estadounidenses, General Motors (GM) y Chrysler, que han necesitado ayudas económicas gubernamentales para mantener sus operaciones en marcha.
El consejero delegado de Ford explicó que la ventaja de la empresa ha sido que empezó la reestructuración antes de que se iniciase la actual crisis económica lo que les ha permitido enfrentarse a la dramática caída de ventas desde una mejor posición financiera.
"En el primer trimestre del año mostramos un fuerte avance", afirmó Mulally a pesar de que la compañía perdió más de 1.400 millones de dólares. El directivo también mantuvo las expectativas de que la empresa abandonará los números rojos en el 2011.
Durante la reunión, los accionistas aprobaron el plan acordado con el sindicato United Auto Workers (UAW) y por el que Ford pagará con acciones el 50 por ciento del dinero que tiene que aportar al fondo financiero de las prestaciones sanitarias de los jubilados. Los accionistas también aprobaron limitar los pagos a los ejecutivos hasta que Ford tenga dos años consecutivos de beneficios.