Desde el pasado 20 de septiembre, no se pueden otorgar más licencias de construcción o parcelación a proyectos de uso industrial que se soliciten en los suelos rurales de municipios de la Sabana de Bogotá. Esto quiere decir que, en adelante, los empresarios que deseen construir sus plantas en Bojacá, Cajicá, Chía, Chocontá, Cogua, Cota, Cucunubá, El Rosal, Facatativá, Funza, Gachancipá, Guasca, Guatavita, La Calera, Madrid, Mosquera, Nemocón, Sesquilé, Sibaté, Soacha, Sopó, Subachoque, Suesca, Tabio, Tausa, Tenjo, Villapinzón, Zipaquirá y Tocancipá deberán cambiar de rumbo. Así lo dispone una reciente norma del Ministerio de Ambiente y Vivienda. El suelo rural tiene una vocación muy clara y está definida por la ley. El campo no se puede urbanizar pues, incluso, se afecta la seguridad alimentaria de La Capital y los municipios aledaños si no se conservan las tierras para sembrar, explicó el Ministro de Ambiente y Vivienda, Juan Lozano. La Sabana tiene previstas 18.000 hectáreas para usos industriales en los suelos suburbanos, que es una gran extensión de tierra (Bogotá tiene 32.000 hectáreas). No hay para qué afectar las tierras protegidas, agregó el Ministro.
Finanzas
15 nov 2007 - 5:00 a. m.
Freno a industrias en la Sabana
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