A pesar de no tener la mayor parte sobre las decisiones de Google, Brin y Page confían en Eric Schmidt, director general de la firma, que junto con otros altos directivos de la compañía possen un 9,5 por ciento de las acciones totales. Esto haría que la pérdida de control de los fundadores sobre el buscador sea relativa.
Así las cosas, entre fundadores, directivas y administrativos, se mantendría el control sobre el 57,5 por ciento de las acciones, conservando la mayoría de los votos en sus manos, gracias, además, a los dos tipos de acciones que tiene Google.
Al salir a bolsa en el 2004, las acciones de Google fueron divididas en: Clase A, para venta al público, que otorga un voto por cada acción; y las acciones Clase B, en manos de Brin, Page, Schmidt y demás directivas, que garantizan 10 votos por cada acción.
La venta total de las cinco millones de acciones, operación que culminaría hacia el 2014, le daría a los fundadores de Google la opción de invertir 5.000 millones de dólares en otro tipo de negocio, aunque se ha mantenido una total reserva al respecto.
Luego de anunciada la noticia, las acciones de Google Inc perdían un 2 por ciento y hundían al Nasdaq. El promedio industrial Dow Jones subía un 0,35 por ciento, a 10.208,73 unidades, el índice Standard & Poor's 500 ganaba un 0,58 por ciento, a 1.098,07 y el Nasdaq Composite sumaba un 0,26 por ciento, a 2.210,97, tras pasar brevemente a negativo.