Por ejemplo, Estados Unidos que desde 1970 presentó un incremento superior al promedio mundial alcanzó niveles de participación en 1995 del 26,98 por ciento y en la última década disminuyó su participación; situándose en el 25,5 por ciento para el año 2004; así mismo países tradicionalmente productores como Alemania han perdido participación en la producción pasando de un 4,73 por ciento en 1995 al 3,0 por ciento en 2004. Pero lo más importante, es que mientras esto ocurre los países no tan fuertes económicamente y con una tradición forestal menor ganan cada día más terreno; por ejemplo Brasil pasó del 4,46 por ciento (67.897.000 m3) en 1985 a 6,34 por ciento (102.994.000 m3) en 2004 y Chile pasó del 0,63 por ciento en 1985 (9.593.000 m3) al 1,69 por ciento en 2004 (27.491.000 m3). Es así como Colombia podrá ser un gran jugador aprovechando la estabilidad jurídica que le proporcionará a los inversionistas la nueva Ley Forestal y donde sus condiciones geográficas podrán superar a los países mencionados. En productos terminados, el panorama es similar; se puede ver claramente un desplazamiento mayor de los países líderes tradicionales del mercado; en tableros de partículas, uno de los principales productos. Estados Unidos pasó del 24,5 por ciento en 1994 al 22,2 por ciento en 2004, espacio que ha sido ganado por China que aumentó en un 200 por ciento su producción pasando del 2,9 por ciento a 5,89 por ciento ; Brasil también reportó un importante avance. El incremento neto en la producción mundial de madera rolliza; el no crecimiento en la participación de países desarrollados tradicionalmente productores y líderes en el sector, que contrasta con el crecimiento sostenido en la producción de países no tradicionales, son indicadores de la migración competitiva del sector forestal mundial. El alto costo de la mano de obra y competencia con otras actividades productivas por las tierras, han generado en las economías desarrolladas grandes dificultades para sostener su alto nivel de competitividad frente a economías en desarrollo fuertemente organizadas, que han logrado niveles interesantes de competitividad internacional basados en principio en lo que la economía clásica ha llamado factores de producción que se ejemplifican en la disponibilidad de tierras aptas a bajos precios (Chile), en los inmensos inventarios maderables provenientes de bosques naturales (Brasil), en exitosos procesos investigativos y en los precios considerablemente más bajos en mano de obra. De acuerdo con lo anterior, existen muchas posibilidades de alcanzar un cierto nivel de desarrollo económico a partir de un bien planificado desarrollo forestal, las ventajas comparativas con que cuentan muchos países en vías de desarrollo frente a los países industrializados, principalmente los tropicales como Colombia, aunque no lo son todo, sí pueden generar la base de la competitividad internacional, por lo menos en cuanto a producción de madera rolliza se refiere. En segunda medida, la competitividad internacional se enmarca en la capacidad de los países de innovar y mejorar sus procesos de producción; desarrollando y/o adecuando a sus condiciones sociales, económicas y culturales procesos de producción novedosos; que parten en las técnicas silviculturales para la producción de madera rolliza de manera altamente eficiente y se extienden sobre la cadena de valor hasta lograr el producto terminado y en el mercado objetivo, involucrando altas eficiencias en trasporte y conceptos novedosos en comercialización, rompiendo grandes e históricas cadenas de intermediación e ineficiencia en todos sus niveles. Esto, que en otros términos es el uso y fortalecimiento de las ventajas comparativas enfocadas a la creación y desarrollo de ventajas competitivas, ha permitido una rápida y eficiente integración vertical de muchas empresas surafricanas, brasileras y chilenas, que han llegado al mercado con producto terminado a precios incluso inferiores a los de las grandes potencias forestales mundiales, esto hace pensar que a futuro la competitividad y potencial desarrollo en el sector está dada en forma proporcional a la capacidad de empresas y países de potenciar la producción de materias primas de forma rápida, eficiente y económica, fortaleciendo procesos en los cuales han sido exitosos y con los cuales han podido penetrar y sostenerse en el mercado. Colombia tiene que buscar la eficiencia y competitividad en el desarrollo forestal, logrando una planificación clara, con paquetes tecnológicos comprobados, transferidos y adaptados, con garantías en los vuelos forestales y con una cadena clara y estructurada que contemple el mercado internacional y nacional que garantice que estos cultivos de tardío rendimiento sí se proyectan con bases ciertas. Adriana Senior Directora Corporación CCI
Finanzas
22 dic 2005 - 5:00 a. m.
El futuro forestal del país
Los resultados de este mercado han venido cambiando con la globalización en lo que a estructura productiva forestal se refiere, es así como la consolidación de la producción que estaba concentrada en las grandes potencias -y se hablaba de potencias forestales- han presentado desde finales de los años 90 un punto de estancamiento y/o leve descenso en su participación en madera rolliza.
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