Muchos propietarios de vehículos se sorprendieron al llegar a las estaciones de gasolina y detectar que los precios no bajaron. Los operarios dijeron desconocían el decreto del Gobierno, y aseguraron que los dispensadores eran calibrados por sus dueños.
Los distribuidores dicen que no bajan los precios porque el combustible que están vendiendo fue comprado a precios altos. Por eso solo acogeran el decreto cuando se agoten los inventarios. Este argumento fue rechazado por los usuarios que indican que de ser así, por qué en los meses anteriores sí subieron los precios el mismo día que se ordenaba el alza pese a que la gasolina había sido comprada a precios inferiores.
El reporte de incumplimiento se vivió en casi todas las ciudades. Sin embargo, algunos distribuidores sí aplicaron la rebaja.