Uno de los más grandes pozos de agua, por su caudal y profundidad, fue encontrado cerca del municipio de Riohacha, en La Guajira.
“Con este podrían abastecerse las necesidades del líquido de por lo menos 45.000 personas de esta zona del país”, dijo Rose Marie Saab, gerente de la compañía Independence, que descubrió el pozo.
El trabajo lo hizo esta empresa en conjunto con el servicio Geológico colombiano (SGC).
Los cálculos iniciales dan cuenta de un caudal de 80 litros por segundo, que podría incrementarse hasta 100 dependiendo de las condiciones en que se someta a su explotación.
En un hecho, que podría catalogarse como de la más alta importancia para el país, el pozo –que se localizó a 500 metros de profundidad– tendría una vida útil indefinida, dependiendo del beneficio que se extraiga de é.
“No se han hecho los análisis de la calidad del agua, pero todo nos indica a que es de la más alta potabilidad”, dijo la señora Saab.
Así las cosas, se trata de un pozo sostenible que hace parte de los sistemas de ríos subterráneos del país.
“Estos, nacen de los mantos geológicos y, regularmente, se nutren de las aguas lluvias que ha filtrado la tierra”, explicó la gerente de Independence.
La empresaria agregó que trabajos similares hará en otros municipios del país como Pereira y otro aún sin definir, en espera de solucionar el problema de abasto de agua de las ciudades que dependen de las bocatomas de los ríos.
Anotó también que una experiencia previa, de excavación de pozos profundos de agua, la tiene en la ciudad de Sincelejo, donde están los más profundos de Suramérica.
“Es una de las mejores alternativas que pueden tener los municipios, pues la riqueza acuífera del subsuelo es casi que infinita”, concluyó.
Se calcula que un trabajo de este tipo puede requerir una inversión de entre 1.000 y 2.000 millones de pesos, recursos necesarios para dejar un pozo listo para comenzar a beneficiarlo.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el agua del subsuelo abastece a un tercio de la población mundial, pero es susceptible de la contaminación y a la sobreexplotación.
Juan C. Domínguez
Economía y Negocios
